Hermion x tu (chica)/One-shots

Celos de amigos

Daría lo que fuera por estar en mi cama en este momento, en vez de estar en la biblioteca, en pijamas y junto a la culpable de que me esté desvelando.

– ¿Cuál es el motivo para que estemos en este lugar tan temprano?– pregunto.

– Evitar que tu exnovio se te insinue en la fiesta de parejas.

– ¿Es necesario hacerlo a estas horas?– me estiro y bostezo– Tengo sueño.

– No es muy temprano– dice yendo de un lado para otro.

Yo solo la miró acomodar la mesa anonadada. 

– ¡Son las 5 de la mañana!– exclamo– Puede que usted, Hermione Granger, esté acostumbrada a andar despierta y bien vestida tan temprano, pero nosotros los Hufflepuff respetamos mucho las horas de sueño.

Dicho eso, tomo asiento para tratar de dormir algo en la mesa. Y sí, mi falta de energía es tan grande que no me parece tan mala la idea. Pero ella se acerca a mí y me deja una pluma y un pergamino en blanco en frente mío. ¿Lo uso de almohada?

– Si terminamos rápido podrás irte antes. Así que anota todo lo que te diga– y ahí está su actitud de mandona.

– Deberían dejar de darte las llaves de la biblioteca si vas a usarlas para estas cosas– digo de mala gana.

– ¿Y que se supone que son "estas cosas"? Como tú dices– no descifro del todo lo que trata de decirme su mirada pero algo está claro, debo tener cuidado.

Maldigo el momento en el que decidió quedarse quieta y sentarse a mi lado.

– Ya te dije que lo mío y lo de Diggory se terminó– suelto– Prometimos quedarnos solo como buenos amigos.

Por su silencio, supongo que aún no la convenzo.

– Y un Hufflepuff nunca rompe una promesa– añado levantando una mano como saludo y la otra la llevo al corazón haciendo la típica pose de promesa.

– Justamente por eso lo hago– okey, ya me perdí. Y siempre que me pierdo doblo la cabeza hacia un lado– Eres una Hufflepuff. Una muy ingenua, despistada e inocente Hufflepuff.

¿Debo sentirme ofendida o halagada?

– Cedric podría aprovecharse de eso para acercarse a tí– se levanta y empieza a dar vueltas alrededor de la mesa– Empecemos. Anota lo siguiente:

>No acercarse a Cedric Diggory

– El nunca se aprovecharía de mí– desde mi punto de vista– ¡Y no soy una despistada!– añado girando mi cuello al verla pasar detrás mío.

– No te veo escribiendo, despistada.

– Ya voy.... Mandona– eso último lo susurro antes de enderezarme y hacer lo que me mandó– ¿Qué más, señorita "me sé todo el diccionario"?... ¡Auch!

Al girar, noto que, en mi descuido, había cogido su instrumento favorito para golpear: un libro.

– Muy chistosa. Ahora escribe: Nada de aceptar nada de Diggory... No...

>Nada de aceptar nada de ningun chico

– Que posesiva– ironizo con mi sonrisa ladina. 

– ¡Solo...*golpe*... escribe...*golpe*!

– ¡Ey!– me quejo pero logro cubrirme con los brazos– Ya sé a lo que se refería Harry cuando me dijo que eras algo agresiva – me río, aunque no me dura mucho porque me calla con otro golpe.

– Sigamos...– creo que ya lleva 4 vueltas a la mesa– Tercero:

>No ayudar a Diggory con nada