Hermion x tu (chica)/One-shots

¡Fuera Granger!

Para T/N esta semana no podía ser más odiosa. Después de la estupidez que hizo durante la segunda prueba del Torneo de Los Tres Magos, su vida no podía ser más desastrosa que nunca.

Draco: ¿Aún te escondes como la cobarde que eres T/N?- dijo riendo con ironía mientras entraba a su habitación.

Ella aún no sabía cómo está molesta persona podía considerarse su mejor amigo.

T/N: No tengo tiempo para tus tonterías, rubio.- comentó, debajo de su cama, notablemente molesta por hablar del tema.

Draco: Soy tu mejor amigo, es mi trabajo molestarte con mis tonterías.-dijo riendo con un ego que hacía que T/N quisiera salir debajo de su cama donde se encontraba y quitarle esa sonrisa de un golpe- Aunque aún no entiendo como estás haciendo para esconderte tan bien después de lo que hiciste.

Y bueno, en eso no podía contradecirlo, de hecho ni siquiera ella sabía cómo estaba haciendo para escapar tanto durante esa semana.

En resumen, T/N había salvado la vida de ni nada más ni nada menos que Hermione Granger la cerebrito, la sangre sucia y su enemiga. Pero, ¿Por Qué? Bueno, ni ella misma sabía el porqué. T/N era hija de mortífagos, personas muy fieles al señor oscuro y que aborrecen a los magos nacidos de muggles, denominados "Sangre Sucia". A pesar de eso T/N no compartía sus pensamientos, pero lamentablemente tenía que aparentar estar de acuerdo y odiar a todos los sangre sucia, incluyendo a Hermione.

La primera vez que la vio le pareció linda. Era lista, habladora y con un carácter que daba miedo pero, tenía una sonrisa que la dejaba tiesa y nerviosa. Nunca quiso llevarse mal con ella, pero sino cumplía con las expectativas, sus padres la castigaban lanzándole Crucios y ella no quería eso. Por lo tanto tuvo que juntarse con Draco, que ya de por sí eran amigos desde pequeños debido a la cercanía de sus padres, para molestarla y ganarse un respeto y temor en Hogwarts. En realidad ninguno de los dos disfrutaba de lo que hacía, T/N seguía a Draco y él se ocupaba de hacerle la vida imposible al Trío de Oro, pero un día se pasaron, sobretodo T/N, y Hermione terminó muy molesta y llorando mientras miraba a T/N con enojo y cansancio de todas las veces que le decía sangre sucia. Después de eso no le volvió a dirigir la palabra. T/N se sentía fatal y trataba de compensarlo pero de forma discreta. Había decidido hacer que nadie molestara a Gryffindor y también se abstuvo de estar en el campo visual de la castaña o dirigirle alguna palabra molesta, simplemente se limitaba a verla a lo lejos con ojos de arrepentidos, siempre evitando que ella la notara.

El tiempo transcurrió normal desde entonces pero, para su mala suerte, esa tranquilidad no duró para siempre. Cuando se escogieron los Tres Magos para el torneo mediante el Cáliz de Fuego, salieron elegidos Fleur Delacour de Beauxbatons, Viktor Krum de Durmstrang y Cedric Diggory y Harry Potter de Hogwarts. Por lo que escuchó, Harry no había puesto su nombre y tampoco quería participar pero no le quedaba de otra. La primera prueba la pasó y después de entender cuál iba a ser la segunda prueba se preparó con sus amigos para averiguar cómo respirar bajo el agua. T/N simplemente observaba todo a distancia, aparentaba indiferencia pero por dentro estaba preocupada por ellos, ya que de alguna forma había adquirido cierta simpatía hacia esos chicos, y al parecer a Draco le gustaba el castaño de gafas redondas. Antes de que empezara el torneo noto la ausencia de ciertas personas: Ron, Cho Chang y Hermione. Estaba bastante angustiada y aún más cuando entendió de qué iba la prueba. Al parecer lo de respirar era porque cada uno tendría que salvar a una persona importante para ellos. Harry tuvo que salvar a Ron, Viktor a Hermione, Fleur a Gabrielle, su hermana, y Cedric a Cho Chang. A T/N le puso muy celosa el hecho de que el tonto de Viktor tuviera que salvar a su chica...

T/N: *¿¿¿¡¡¡QUÉ DIABLOS ACABO DE PENSAR!!!???*- pensó

T/N no era tonta, obviamente era consciente de porque le pasaba todo esto, de porque sentía estos celos, de porque le gustaba su sonrisa o porque le parecía sexy su mirada de enojo, pero aun así no era capaz de aceptarlo.