Capítulo nueve

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Nicole Wallace.

—¿Verdad o reto?—pregunta Gabriel al terminar de llenarme de besos.

—¿Mmm?—pregunto confundida.

Se levanta de mi lado y al segundo echo de menos su calor. Sin embargo, no se mueve de la cama, más bien se sienta.

—Verdad o reto, elige —demanda con una sonrisa pícara.

—Verdad.

Su sonrisa se amplia mientras finge pensar.

—¿Es verdad que te gusté desde el día que nos conocimos?

—Sí, de hecho verte pelearte por un papel de una obra me puso a cien —suelto irónica.

—Venga ya, no seas cruel.

—¿Contigo? Siempre.

Reímos.

—Será mejor que nos vayamos levantando ya —lo aparto para levantarme, pero no lo permite, me acorrala subiéndose encima de mí.

—O mejor nos quedamos así todo el día —sugiere antes de acercar sus labios a la zona de mi cuello y comenzar a repartir besos húmedos.

Sin poder detenerlo, suelto un jadeo.

—Sabes que no podemos.

—¿Por qué? —pregunta con un tono ronco.

—Van a sospechar.

Se toma el tiempo de mirarme y lo que veo en sus ojos es una pizca de burla.

—Pienso que ya todos lo deben de saber, no es que sepas muy bien disimular esas miraditas, mon amour.

—Yo no te miro.

Suelta una carcajada, aun con sus ojos en mí.

—Niégalo, pero, ¿de verdad pensabas que no te había notado analizándome varias veces? O más bien, comiéndome con la mirada.

—Egocéntrico. Levántate antes de que te de una patada en tu parte más preciada —amenazo.

—Entonces eres tu la que te quedas sin ella —responde el muy listillo con una sonrisa divertida.

Lo empujo para apartarlo y levantarme de una vez por todas.

—Mejor, no tendré que verte mas la cara de mono que me llevas.

Cierro con pestillo la puerta del baño para darme una buena ducha e intentar no pensar en las hormonas que ruegan a un Gabriel conmigo bajo el agua.

____________

Gabriel se ha pasado todo el día coqueteando conmigo de forma disimulada y finalmente lo único que va a conseguir es que lo castre en medio de todos. Corremos muchos riesgos ante estos tontos coqueteos que perfectamente puede mantener para cuando nos encontremos en privado.

Pero no, el es tan impaciente.

Aun así, logra sacarme varias sonrisas y eso me causa terror. Se que estoy cayendo por el y si lo que hay entre nosotros algún día llega a terminar, me destrozará por completo.

Por lo general, intento no pensar en el futuro, pero es inevitable para mí. Soy muy controladora y necesito tenerlo todo en orden.

Ahora orden es lo último que hay en mi vida.

Un caos llamado Gabriel Guevara vino arrasando en mi vida. Pero este caos es diferente a los demás, me gusta y me vuelve loca a partes iguales.

Entro al baño para intentar despejar mi mente refrescándome con agua.

Una mano me rodea el cuello y otra me tapa la boca antes de yo poder siquiera soltar un grito.

Alivio es lo que me recorre cuando veo que es el chico que no ha dejado de dar vueltas en mi cabeza. Sus ojos lucen oscuros cuando su mirada y la mía se cruzan en el espejo.

Puedo sentir su erección por su cercanía.

Mon amour...

Recuesto mi cabeza en su duro pecho.

—¿Qué quieres Gabriel?

Sus ojos parecen oscurecerse más de la lujuria al escuchar su nombre saliendo de mis labios.

—Quiero dejarte sin caminar y así tenerte solo para mí durante mucho tiempo.

—¿Que ha pasado?

—Odio que te miren y no sepan que ya tienes dueño —gruñe.

Ruedo los ojos con una pequeña sonrisa.

—¿Así que todo esto es solo por celos? —me burlo.

—Como quieras llamarlo, me da igual.

Su mano acaricia distraídamente mi abdomen.

—Quiero hacerte mía.

—Entonces tendrás que esperar —me cruzo de brazos.

—Si crees que voy a esperar hasta esta noche, estás muy equivocada, mon amour.

____________

Nota de la autora;

¡Hola!

Paso por aquí para deciros que me gustaría que me diesen un pequeño apoyo en mis otros libros, que ya no son fanfics, pero denles una oportunidad.

Besos.

Secret LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora