*ೃ༄ ── En los remotos Reinos de Poniente, la joven y audaz Alyssa Targaryen cabalga hacia su destino, a lomos de su poderoso dragón, Dracarax. Su corazón late con emoción ante el futuro, pero también con temor ante la oscuridad que se cierne sobre...
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" The princess "
El suave sonido del viento se coló por la ventana de su habitación, proyectando sombras en la pared. Alyssa se sintió atrapada por el vacío entre la obligación y el deseo, y la decisión que debía tomar le pesaba sobre los hombros como un saco de piedras.
Alyssa contempló cómo la lluvia salpicaba en las ventanas de su habitación, y el aire frío la envolvía como una manta. No se había movido de allí hasta que oyó la llave girar en la cerradura, y su padre Deamon se presentó con una bandeja de comida humeante en las manos.
Alyssa no entendía porque Jace no había ido, porque no se presentó. Ella no estaba dispuesta a esa respuesta, todavía no.
Deamon entró con una sonrisa de oreja a oreja.
— Hola, princesa —dijo con ese tono juguetón que Alyssa conocía tan bien.
Alyssa no pudo evitar sonreír ante la familiaridad de su padre
— ¿Y esto qué es? — preguntó ella, señalando la bandeja. — ¿Otro intento fallido de ganarme la caridad de tu corazón?
Deamon soltó una risa.
— No te equivocas, princesa. —Deamon se sentó a su lado, comiendo con una amplia sonrisa en su rostro — Así que, ¿cuál es el asunto que te tiene con la cabeza en la nube hoy, Alyssa? — preguntó, con una mirada de esperanza.
Alyssa se ruborizó, luchando para encontrar las palabras adecuadas
— Es sólo... me siento un poco abrumada con todo. Como si no pudiera salir del lugar. —Mientras hablaba, Alyssa desvió la mirada hacia la ventana, observando el aguacero.
Deamon le puso una mano en el hombro.
— Alyssa sabes que hay un rumor que anda por los pasillos — Alyssa miro a Daemon sorprendida —. Se sabe lo que hiciste anoche con tus hermanos... Solo dime qué es un tonto rumor y yo mismo cortaré las lenguas de todos aquellos.
La princesa miro a su padre sorprendida, no por lo que llegaría a hacer pero sino por aquel tonto rumor que todos sabían.
Alyssa lo miro pero no respondió nada, Daemon sabía que aquel rumor era cierto, los que las sirvientas decían. Pero el no dejaría que se siga esparciendo.
—Tú dices que es el deseo de ustedes, pero yo sé que es su codicia y sus ambiciones. — Alyssa no quería hablar de lo de Jace, así que cambio la conversación.
Deamon la miró con incredulidad, sorprendido ante su confianza.
— ¿Ambiciones? Alyssa, princesa mía si queremos podemos tener más de lo que tenemos — Alyssa se reía burlonamente.
— Si tanto lo dices ¿Porque permiten que me case con aquel tuerto?
Deamon se quedó callado un momento, evitando reír aquel comentario de su hija.
