*ೃ༄ ── En los remotos Reinos de Poniente, la joven y audaz Alyssa Targaryen cabalga hacia su destino, a lomos de su poderoso dragón, Dracarax. Su corazón late con emoción ante el futuro, pero también con temor ante la oscuridad que se cierne sobre...
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"Valyrian tradition"
El aroma de las flores flota a través de la habitación, mientras Rhaenyra y Alyssa se revuelcan entre vestidos y joyas. Mientras Rhaenyra coloca con cuidado cada joya en su lugar, conversa con su hija sobre las expectativas de la boda.
— Estás muy hermosa — La princesa contemplaba a su hija.
Alyssa miro aquel vestido, la tela de seda era más fina que la brisa de los valles de la montaña, teñida en tonos brillantes de violeta y naranja, hecha a medida con una trabazón tan delicada que parecía flotar en torno al cuerpo de la mujer.
Los hombros estaban cubiertos de encaje de plata que brillaba como las estrellas de la noche, y el volante del vestido se agitaba a su alrededor como las velas de un barco, bañado en la luz de la luna.
— Alicent no es tan mala como lo recuerdas — habló está vez Alyssa.
— ¿Por qué lo dices?
— Tal vez, este compromiso no haga de un lado las diferencias con ella — Alyssa quería paz por un rato, en algunos aspectos era como su abuelo él Rey — pero te aseguro que seré digna de tu orgullo, de hacerte sentir orgullosa...
Rhaenyra se sentía culpable, se sentía culpable de todo lo que estuvo pasando los últimos meses. Rhaenyra sabía a la perfección que su hija amaba a Jacaerys pero fue muy egoísta a no comprometerlos, puso sus ambiciones primero antes que la felicidad de su hija.
Ella por un momento se vio reflejada en su hija, cuando su padre la hizo casarse por unión que por amor, si tan solo su padre la hubiese comprometido en un principio con Daemon su vida sería distinta.
— Mi amor, ya me haces sentir orgullosa. Mi princesa, siempre serás mi pequeño dragón aunque ya has crecido.
Después de aquel momento de madre e hija, alyssa pudo sentir en su pecho que aquellas diferencias con su madre estaban resueltas.
Rhaenyra sabía a la perfección que la relación con su pequeña no era la misma, desde que Daemon llegó a sus vidas todo cambio para aquella relación madre e hija que tenían, pero a pesar de todo el amor por la otra jamás se había ido.
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