- 008.

104 11 0
                                    

Alyssa miró con tristeza hacia el pozo de dragones de la Fortaleza, donde estaba Vhagar, el dragón de su esposo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Alyssa miró con tristeza hacia el pozo de dragones de la Fortaleza, donde estaba Vhagar, el dragón de su esposo. Sabía que debía alejarse de Desembarco del Rey, por un tiempo. Una parte de ella deseaba encontrarse con el dragón y viajar con él, pero sabía que no sería lo mejor, así que decidió ir a Dragonstone.

Entonces la princesa fue hacia el pozo de los dragones y allí estaba su bello dragón, Dracarax. Ella le pidió al hombre que cuidaba a su dragón, si podía ensillar a su dragón.

El caballerizo asintió, entendiendo lo que sentía Alyssa. La princesa subió a la silla y le dijo a su dragón:

— Vamos a volar, sólo tú y yo.

Entonces, Dracarax se elevó en el aire, llevándose a su jinete. Alyssa sentía la agitada y fría brisa en su rostro. La brisa le traía consuelo y libertad. El viento la hacía sentir libre.

Mientras cabalgaba sobre las nubes, Alyssa podía ver el mar abajo. Vio naves en la distancia, y una maraña de manchas de tierra. La vista era impresionante, y Alyssa lo apreciaba. Pero entonces, se dio cuenta de que estaba divagando. Necesitaba enfocarse.

— Dracarax, vamos a dar un vuelo largo. Tomemos una ruta hacia el norte.

Como si hubiera entendido la orden de la princesa, Dracarax cambió de ruta y se dirigió a Dragonstone.

Mientras cabalgaban por los cielos, la joven no podía evitar sentir una sensación de paz. Pero esta se vio interrumpida por un pensamiento. Aemond. Alyssa no sabía si podría querer de nuevo a su esposo, después de lo que había hecho.

Pero Alyssa sabía que no podía vivir en Dragonstone para siempre. La tensión en la corte seguramente se continuaría. Y su hijo o hija nacería en algún momento, y tendría que volver a Desembarco del Rey. Alyssa sabía que debería hablar con Aemond, aunque fuera para intentar reconciliarse.

De repente, las torres y murallas de Dragonstone aparecieron en el horizonte. Alyssa estaba emocionada de volver, pero también un poco nerviosa. A medida que se acercaba, vio a una persona que estaba en la puerta principal. La persona estaba esperándola. Alyssa reconoció a su hermano.

— Lucerys —dijo con sorpresa.

— Hola, hermana — respondió Lucerys.

El muchacho sonrió, pero se percibió una nota de tristeza en su rostro.

El interior de su antiguo hogar era oscuro y frío. Las paredes estaban bañadas en sombras. Una vez en el interior, Lucerys se dirigió a la sala del consejo. Era una amplia sala circular, con un gran escudo de Targaryen en el centro. Un gran dibujo del dragón también adornaba el centro de la mesa de madera roja.

Allí se encontraban todos, sus padres y hermanos. Ellos se sorprendieron a su llegada ya que no había avisado.

La reacción de la gente en la sala fue inesperada. Los rostros de sus padres se mostraron asombrados, y su pequeño hermano Joffrey se levantó de la silla, y corrió hacia ella, y la abrazó con fuerza.

 𝐒𝐊𝐘𝐅𝐀𝐋𝐋 ( PAUSADA )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora