*ೃ༄ ── En los remotos Reinos de Poniente, la joven y audaz Alyssa Targaryen cabalga hacia su destino, a lomos de su poderoso dragón, Dracarax. Su corazón late con emoción ante el futuro, pero también con temor ante la oscuridad que se cierne sobre...
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" No time To die"
Months later.
Una brisa fresca trajo el olor de la noche, y la silueta de un árbol hizo que se proyectaran sombras por el jardín. La música de los festejos se había desvanecido, y Alyssa Targaryen podía sentir una vacuidad en su ser.
El sonido de la puerta que se abría rompió el silencio, y Alyssa pudo sentir que su corazón estaba latiendo de una manera extraña. Una voz femenina flotaba por el aire, pero no era la voz de la doncella de Alyssa. La joven se volteó, y se encontró cara a cara con una mujer desconocida, que estaba abrazada a su esposo.
Alyssa se quedó inmóvil, congelada en el momento. Su mente no podía procesar lo que estaba viendo. En un instante, la mujer se dio cuenta de que Alyssa estaba allí, y los ojos de ambas chocaron. En los ojos de Aemond no había remordimiento, ni se arrepentía. Estaba en paz. Alyssa no podía creer lo que estaba sucediendo.
La princesa al ver aquello de su esposo salió de la habitación con la cabeza en alto, aunque en su pecho tenía un gran nudo. Ella no iba a llorar hasta encontrarse en su habitación.
La noche que se suponía que sería perfecta fue un caos.
Alyssa salió de la habitación, y se encontró con su dama de compañía. La joven estaba preocupada.
— Mi princesa, ¿estás bien? — le preguntó. Alyssa le hizo un gesto de que todo estaba bien, y se acercó a la doncella.
— Necesito un momento para mí — le dijo. — Necesito... tomar aire.
La doncella asintió, y le dijo a Alyssa: — Está bien, mi princesa No tengas miedo, yo estaré aquí. — Agnes era la dama de compañía desde que la princesa era una niña, aquella mujer era muy valiosa para, Alyssa sabía que podía confiar plenamente en ella.
Alyssa le dio las gracias, y se dirigió a un balcón que daba al exterior. Estaba a punto de romper en llanto, pero estaba decidida a no hacerlo. Sin embargo, en el fondo sentía un vacío. No había esperado que todo resultara así.
Mientras observaba la noche, Alyssa intentaba acomodar sus ideas. ¿Qué haría? Había recorrido mucho camino para llegar a este punto, y no podía simplemente abandonar. ¿Podría intentar llegar a algún acuerdo con Aemond? ¿O acaso estaba condenada a una vida solitaria? Se sentía inmersa en una montaña de dudas.
La princesa en esos momentos fue a su escritorio dispuesta a escribirle a su madre, quien extrañaba tanto. Alyssa se sentó en su habitación, abrió una pluma y papel, y empezó a escribir:
"Querida madre, sé que esto te llegará como una sorpresa, pero me siento sola y perdida en la Fortaleza. Para serte sincera el matrimonio no es como lo esperaba. Aemond ha estado con una mujer desde hace algunos meses, lo sabia por los rumores pero jamás me había atrevido a preguntar aquello a mi amado esposo, hasta que la noche de hoy quise darle una sorpresa y allí la ví. Es hermosa aquella mujer, madre su cabello es negro y sus ojos son verdes, es delgada y alta. Parece mucho más mayor que, Aemond... "
