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El cielo era un paraíso, a pesar de estar lleno de reglas. No eran muy difíciles de cumplir y estaban por la seguridad de todos los ángeles.

En el cielo los trabajos variaban. Estaban los ángeles encargados de proteger la vida de las personas hasta el día de su muerte. Habían ángeles que se encargaban de recoger almas y guiarlas al cielo. Almas de corazón puro, sin un solo pecado.

El cielo no era muy poblado por almas humanas. Teniendo en cuenta la cantidad de pecados y pensamientos impuros, no había una persona que no los tuviera. La mayoría de las almas que se encontraban eran de niños que no tuvieron la suerte de poder vivir por mucho tiempo o animales.

Eso era un poco injusto. Todos merecían la oportunidad de vivir ahí. Con tan pocas almas humanas subiendo al cielo, casi todas las demás iban al infierno. Causando una sobrepoblación ahí abajo.

En el infierno la cosa era tan parecida como diferente

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En el infierno la cosa era tan parecida como diferente. Si, habían distintos trabajos como en el cielo.

Algunos demonios se encargaban de proteger algunos humanos hasta la hora de su muerte acordada. Otros solo se dedicaban a adelantar ese plazo o atrasarlo. Existían íncubos, súcubos, entre otros.

Pero a diferencia del cielo, en la infierno no habían reglas. Todos podían hacer lo que querían.

En ese lugar habían muchas almas humanas. Algunas estaban ahí injustamente, solo por pensar en sexo fuera de una relación u algún otro pensamiento impuro. Los demonios no entendían la definición de justicia de los ángeles. A veces incluso pensaban que lo hacían a propósito.

 A veces incluso pensaban que lo hacían a propósito

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Steve Rogers era un ángel corriente. No tenía que trabajar, solo vivía en el cielo sin hacer nada. Llevaba una vida aburrida por así decirlo. Desde pequeño siguió las reglas al pie de la letra. Pero ya le molestaban.

No tenía misiones y no podía hacer nada. Su tiempo libre lo pasaba admirando obras de arte humanas. Amaba el arte.

Solo tenía un amigo, Thor Odison. Que más que amigo era su padre, ya que fue el que lo creó. Thor era un dios así que la mayoría del tiempo se la pasaba ocupado cuidando la brecha entre cielo e infierno, creando nuevos ángeles y gestionando el tiempo. Y si, los dioses se encargaban de gestionar los tiempos de los humanos y animales.

Cayendo en el pecadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora