Buscándote #PremiosKnB2017

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La mayoría de las personas que habían asistido al entierro se iban retirando, no sin antes de acercarse a la tumba dejando unas flores o diciendo unas cuantas palabras para el difunto.

Akashi, Aomine, Kagami, Kise, Midorima, Momoi y Murasakibara, y no muy lejos de ellos, se encontraban Himuro y Takao. Se encontraban alrededor de la tumba, que en la lápida decía con letras grandes: "Aquí descansa la sombra que iluminaba los partidos. Kuroko Tetsuya". Nadie decía nada. Era como si de un momento a otro esperaran que apareciera Kuroko a sus lados y los sorprendiera, como siempre lo hacía, pero no, eso ya era imposible. Todos suspiraron como si fueran uno solo.

—K...kurokocchi —hablo entre sollozos el rubio —. Recuerdo la primera vez que te vi... —rio levemente —. Lo primero que pensé fue "No puedo creer que alguien como él se encuentre en la primera división?, ¿es esto una broma?" —Aomine rio a su lado al igual que Momoi —. Estaba muy enojado cuando me pusieron a tu cuidado, pero al verte jugar, ver como hacías esos pases mágicos, realmente no me cabía duda que eras un jugador sensacional —sonrió levemente —. Y cuando me dijiste que era tu rival, me puse muy feliz, porque yo también te consideraba el mío... —unas cuantas lágrimas comenzaron a llenar sus parpados —. Me dijisteis que jugaríamos otro partido... me los prometiste —se colocó el torso de su brazo en la cara intentando ocultar las lágrimas que comenzaban a brotar de sus ojos.

Al escuchar lo último no pudieron evitar dejar escapar unas cuantas lágrimas, ya que lo que había dicho Kise era verdad y era una verdad muy dolorosa. Ya no volverían a jugar básquet juntos.

—Tetsu —hablo Aomine algo ronco —. Nunca olvidare la primera vez que jugamos juntos... eras pésimo —todos soltaron una risa —. Pero cuando te veía esforzarte, practicar todos los días y dar tú todo para mejorar, lograbas emocionarme y hacer que me esforzara igual —miro el cielo —. Eras mi sombra —susurro nostálgico —. Haber recibido todos aquellos pases misteriosos era sensacional, pero lo que lo era aún más cuando anotaba una canasta y saber que al correr a defender tú estarías a mi lado listo para chocar nuestros puños —bajo la mirada hasta su mano la cual ya estaba cerrada. Vio como una gota de agua caía en sus dedos, seguidas de otras más. Ya había comenzado a llorar.

—Kuroko, haberte subestimado cuando te conocí fue un error de mi parte —dijo Kagami —. Cuando me dijiste que te convertirías en mi sombra, no lo había entendido muy bien, pero al ver como avanzábamos todos juntos como equipo, lo comprendí —exhalo aire —. Una luz no es nada sin su sombra —las lágrimas empezaron a salir de sus ojos —. Kuroko espero a ver sido una buena luz para ti...

—Kuro-chin te extrañare mucho, espero que donde quieras que estés haya dulces y pelotas de básquet para que juegues.

Midorima solo dejo cerca de la lápida un porta retrato de madera en la que mostraba una foto de todos los de la generación de los milagros. Momoi comenzó a reír.

—Recuerdo esa foto —dijo entre lágrimas y risas —. Fue la primera vez que jugó Tetsu con ustedes.

Aomine soltó una carcajada.