Buscándote #PremiosKnB2017

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La caminata al gran templo Kiyomizu-dera, en Kyoto, era sumamente cansado, era como hacer la rutina de entrenamiento de Akashi.

Una vez llegando a este, Akashi y Ogiwara, lo recorrieron—nuevamente—, todo completo, sin omitir ningún detalle, ni un solo lugar, enpocas palabras, nada. Lo único que había llamado la atención de Akashi había sidoun cuervo que al verlo rápidamente podía a ver jurado que le vio tres patas,pero cuando lo vio por segunda vez solo tenía dos.El sol se estaba ocultando dejando al descubierto unhermoso atardecer, iluminando con sus últimos rayos los estanques provocandoque se vieran cristalinos. Pasaban por uno cuando a lo lejos, vio una persona de espaldas, de baja estatura y de cabellos azul celeste; Ogiwara se tallo los ojos ante aquello y volvió observar en esa dirección, la cabeza de esa persona lo miraba rápidamente antes de adentrase al bosque.—¡Hey, espera! —grito antes de salir detrás de aquella figura.Akashi al ver a su...acompañante correr frunció el ceño,antes de ir tras él. Ogiwara sabía que era imposible que esa persona fuera Kuroko, pero... antes de desechar esa posibilidad quería comprobar con sus propios ojos que se había equivocado. Además, sí tenía esa pequeña esperanza que ese fuera Kuroko, no la quería dejar ir. Corrió y corrió, a la derecha, derecha, izquierda, derecha;comenzaba a perder de vista esa figura —lo cual no sería gran novedad, al fin de cuentas Kuroko tenía baja presencia, ¿no?—, entonces vio como aquella pequeña figura se detenía bruscamente, a lo que él imito. Se quedaron quietos,ninguno hacía nada, los dos estaban en silencio, con solo el sonido del viento moviendo las hojas y los animales que las hacían crujir las hojas bajo sus patas, pero no duro mucho ya que en ese momento llego el pelirrojo.—¿Se puede saber qué haces? —hablo con reproche, mientras se colocaba al lado del Ogiwara y al ver la figura frente a los dos no pudo evitar fruncir las cejas —. ¿Quién eres? Pero la figura no contesto.—Kuroko, ¿eres tú? —dijo ansioso.Nada de nuevo.—Kuroko —llamo en susurro el chico intentando acercarse, pero en eso sintió que sus pies se encontraban fijos al suelo, entonces se diocuenta que tenía algo alrededor de sus piernas. Akashi al ver que Ogiwara no se movía volteo a ver su piesy en estos estaban igual, era como de un material algodonoso grueso, intento quitársela con las manos pero no pudo. Exhalo irritado, mientras dirigía la mirada a lapersona que se parecía seriamente a Kuroko.—¿Qué eres? —soltó enojado.La figura dio una vuelta con lentitud mostrando su rostro en blanco. No tenía nada, ni nariz, ni boca u ojos. Nada. Ogiwara al ver ese rostro sin cara sintió un viento frío recorrer su cuerpo. Akashi por su parte estaba enojado y con todas sus fuerzas intento quitarse esa cosa que tenía en los pies. La figura regreso su cabeza al frente y salió corriendo de allí.—¡Vez lo que provocas idiota! —le espeto Akashi.—¡Perdón!

Akashi soltó un gruñido.

La tierra se comenzó a mover de forma anormal, así que los chicos dejaron de moverse y en eso la arena comenzó a hundirlos.

—¡Ah! —grito Ogiwara —. Son arenas movedizas.

Akashi le dedico una mirada feroz. "Esto es el colmo", pensó Akashi. Volteo a todos lados y se dio cuenta que en donde estaban no había nada que pudiera usar para ayudarlos a salir, lo cual le provoco que su corazón saltara y sudor corriera por su frente. Podían morir. Sacudió su cabeza. No iba aceptar eso, él no podía morir y menos de esa forma, ¡y todavía menos con ese tipo de persona a su lado! La arena ya le llegaba a la cintura sin a verse dado cuenta. Él intento zafarse pero ya era tarde, la mitad de su cuerpo estaba atrapado. Miro en dirección a Ogiwara y antes de que su cabeza fuera cubierta por la arena le grito estúpido.

...

Sus parpados le pesaron un poco antes de abrirlos por completo su vista fue iluminada por una hermosa luna llena. Entonces recordó lo que paso y se levantó rápidamente, provocándose un pequeño mareo.