Entro a la oficina del empresario Cristhian Pérez. Juro que me siento como 50 sombras de grey. Las asistentes fueron muy educadas conmigo y me dieron el pase directo a la oficina.
–Señor, Pérez. La señorita, Castro, se encuentra aquí.–
–Hazla pasar.– Ella abre la gran puerta dándome la vista a un gran escritorio en medio del lugar.
–Wow– Digo al entrar al lugar. Parece más un departamento que una oficina. Mi mirada se centra en la pequeña habitación de aún lado.
– ¿Eso es una maldita cocina?–¿Disculpe?– Dice una voz masculina a mi costado viéndome fijamente.
–Oh, lo siento.– Me disculpo.
El se levanta de su asiento y con su mano me hace una pequeña seña ofreciéndome un asiento.– Tome asiento.
–Muchas gracias– Me siento en uno de los sillones que están en su pequeña sala. Por que esto no es una oficina, esto es su maldito hogar.
–¿Alexia castro, verdad?– Rodea su escritorio y se siente en uno de los sillones enfrente de mi.
–Así es– Le respondo y el me sonríe.
–He escuchado mucho de ti, Anna me comentó que eres lo mejor de lo mejor que tiene su empresa. No pude negarme a esta entrevista.– Me sonríe coquetamente.
Siento como mi celular vibra y le pido una disculpa, enciendo la pantalla viendo el mensaje que acaba de llegarme.
Odioso actor británico:
¡Espero y ese Grey no esté coqueteando contigo o me pondré muy celoso.Suelto una carcajada y pongo el no molestar.
–Disculpe la molestia. Podemos empezar con la entrevista.
–Espera, quiero conocerte antes de que me preguntes algo– Me sonríe. –¿Cuantos años tienes?
–Acabo de cumplir veintiocho hace unos días. ¿Podemos empezar?– Prometo que jamás he estado tan a la defensiva con algún entrevistado, pero el simplemente me molesta con toda esa aura coqueta.
–¿Estas soltera? No creo que lo estés, eres muy linda. Probablemente tienes a tu novio.
–Si, si lo tengo. Un novio muy atractivo por cierto.
–Mmmm– Me mira fijamente– Podemos empezar con la entrevista.
Yo siento y saco mi computadora.
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–¡Fue un idiota en la mayoría de la entrevista! Me interrumpía para preguntarme cosas de mi, estaba coqueteándome.
–Alexia, si un hombre como él te coquetea, siéntete feliz, pocas veces te pasará eso. – Me dice mamá a través del teléfono.
–Estoy pensando seriamente en quitarme el apellido.
–Sabes que es broma, mi amor.– Escucho un suspiro devastador y en pocos momentos entiendo que sucederá– Quería comentarte algo.
–No, no estoy soltera. Menos preparada para una cita a ciegas.
–No es a ciegas, tontita. Recuerdas a María mi mejor amiga, su hijo acaba de llegar de un viaje de negocios.
–¿Que no el hijo de maría trabajaba en una gasolina?
–Si, pero entró a una empresa como vendedor o algo por el estilo. Y viaja mucho.
–Mamá, tengo pareja.– Veo la pantalla del aeropuerto y miro que aún falta media hora para mi vuelo.
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Cuando las rosas se marchiten [BORRADOR]
Teen Fiction"Solo somos dos personas dispuestas a amarnos bajo nuestras propias condiciones"