-Siento que mi vida es aburrida, ¿Sabes?.
–¿Si, por que piensas eso?
–No lo se, solamente vivo del trabajo, no salgo a fiestas, no voy a comer con amigas. Pero bueno– Meto una sabrita de chips en mi boca– No me gusta ir a fiestas y no tengo amigas por que soy muy cerrada con la amistad, muy desconfiada.
–Pobrecita, ¿Podemos ser amigas?
Yo sonrío– Claro que si, soy Alexia y ¿Tu?
–Victoria y tengo siete y medio.
–Mucho gusto, Victoria. Yo cumplí veintiocho el mes pasado.
–Mi mamá tiene veintiocho, puedo presentártela para que no te sientas sola. Es raro que una adulta esté hablando en un parque con una niña de siete años.
Que jodida me siento, una niña acaba de golpearme en el pecho con sus palabras.
–Para tener siete años, tu cerebro funciona al 100% tienes mucha lógica.
–Si, muchos dicen que soy inteligente. Yo digo que es la manera en la que mi mamá me educo.
–Tu mamá no te enseño que es malo hablar con extraño.
–Si, pero tuve compasión de ti. O algo así, aún no manejo las palabras largas. Me dio lástima verte sola en la banca, por eso vine a sentarme contigo y ser amigas.
–¿En donde esta tu mamá?
–Trabajando, de hecho se supone que me esta cuidando Sara, mi vecina. Pero se distrajo cuando vio a unos chicos haciendo ejercicio del otro lado del parque.
–Okay, niña. Creo que es momento de llamar a tu mamá. ¿Sabes su número de teléfono o el de tu papá?
–Yo no sé el de mi papá, no vive conmigo.
–Lo siento, lamento ser tan imprudente.
–No te disculpes, a muchos les pasa ese error, preguntan por mi papá. Pero no me molesta, ya me acostumbre.– Dice ella encogiendo sus pequeños hombros, sacando una paleta del bolsillo de su pequeño vestido.
–Bueno, llamemos a tu mamá y nos vamos con ella, ¿Que te parece? Tengo un auto así que podemos ir en el.
–¿Que es tu auto?– Pregunta curiosa.
–Un Mustang Shelby.
–¿Vendiste tu cuerpo para conseguirlo? Perdón por la falta de respeto pero mi papá sabe mucho de autos y él siempre ha querido un shelby pero dice que están muy caros. ¿Eres novia de algún hombre con dinero mal ganado?
–Primero que nada, como eres preguntona, enana. Segundo, lo compré con mi dinero, gano bien y tercero. Ven llamemos a tu madre.
Ella asiente con la cabeza y me levanto del lugar. Tomo su mano y caminamos hacia el estacionamiento del parque. Le entrego mi celular mientras ella hace una llamada. Para tener siete años es una niña con una gran inteligencia. Apenas me aprendí el número de mi mamá y ella a sus siete años se sabe eso y sabe sobre diferentes temas. Abro la puerta del auto en donde ingresamos las dos. La siento en el asiento copiloto donde se ve muy pequeña en el. Abro el cinturón en el momento que se escucha alguien del otro lado de la línea.
–¿Puedo ponerlo en altavoz?– Dice ella moviendo sus pies. Yo le digo que si en un susurro y ella lo hace– Hola mami.
–¡Dios santo! ¿Donde carajo esta Victoria?
–En el parque, es obvio.– Dice poniendo sus ojos en blanco y yo suelto una risa.
–¿Con quien estás? Sara me llamo muy preocupada diciendo que no te encontraba, estoy saliendo del trabajo, dime en donde estás.– Su tono de voz me hace ver que está muy preocupada por Victoria y también la manera en la que está tomando aire pesadamente.
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Cuando las rosas se marchiten [BORRADOR]
Teen Fiction"Solo somos dos personas dispuestas a amarnos bajo nuestras propias condiciones"