Detención

Vidas.

¿Alguna vez en tu vida te as sentido como si sobraras?,¿Como si tu horrible existensia no perteneciera a la mierda en la que vivimos?,¿Como si simplemente no encajaras en la maldita sociedad?

Bueno, este pensamiento se hacia presente con frecuencia en la cabeza del pequeño mikey.

No podía creer que es el hermano de un chico naturalmente popular, pero aun así es completamente invisible. No podía creer que su padre los allá abandonado por una chica un poco mayor que Gerard. No podía creer que fue separado de su único amigo.

Mikey no es un mal chico, mikey es alguien muy tierno, atento y especial, y quizá eso le juega una mala pasada. Es tan especial que la gente buena no se atreven a tocarlo y la gente mala abusa despiadadamente de el.

Ahora a la vida de Mikey se le sumaba un nuevo problema, como si los astros se hubiesen posicionado solo para joderle más la vida. Tenia que compartir un mes de detención junto con un enano que le jodio el primer día de clases, tendría que compartir con su primer bravucón, tendría que soportar sus mamadas todo un jodido mes. Y lo peor de todo, es que él no había hecho absolutamente nada.

Y ahora la disyuntiva que tenían entre Gerard y Mikey, ¿Quien de lo diría a Mamá?.

-Sabes que si se lo digo yo, ella se cabreara conmigo y no me dejara ir a ver a los chicos hasta que el castigo termine.-Le dijo Gerard a su pequeño hermano.-Por otro lado, no es tu culpa, y no soportaría que mamá te castigara a ti, siendo que tu eres la víctima.

-Pero Gerard, tengo que decircelo yo, además tu ya me hiciste muchos favores.-se detuvo en el camino, solo para mirar unos segundos el poco lastimado cuerpo de su hermano.-¿Te hizo daño?

-Mikey, no te preocupes.-Suspiro y puso su mano en el hombro de su hermano.- No es como si antes no me hubiesen golpeado.-Rió.-No te preocupes hermanito, yo le diré a mamá.

-Gerard yo...

-Tu relajante, y recuerda que jamas estarás solo, te quiero hermano.

-Te quiero... Mejor amigo.

El resto de el camino fue silencioso, pero no es como si faltara algún tema, no es como si el silencio fuese incómodo. De hecho, ellos disfrutaban de el silencioso camino y Gerard se preparaba mentalmente para romperle el corazón a mamá.

No se lo romperia por el castigo, claro estaba. Ella entendería todo desde el comienzo, además no es primera vez que se meten en problemas por los abusos a Mikey. El le rompería el corazón, porque la esperanza de que su hijo menor encajara en una escuela, se esfumara tal como en los años anteriores.

A paso lento llegaron a su hogar, antes de abrir la puerta, Mikey le dio a su hermano una cara de lastima, Gerard solo sonrió y entró a la casa.

-Buenos días mis amores.-Saludo su dulce madre desde la cocina.-¿Como les fue su primer...-Se detuvo al ver la cara de tristeza de Mikey y el ojo morado de Gerard.-¿Que paso?.-

-Mamá.-Hablo Gerard.- Me puse a pelear en el instituto.

-Eso no es...-Mikey iba a decir la verdad, pero la cara de Gerard le dio a entender que no.

-Y por mi culpa Mikey y yo estamos en detención por un mes.- Finalizó Gerard.

-Gee, sabes que no tienes que andar de matón tu primer día, así solo alejaras a la gente.-Su madre, de cierta forma, se sintio mejor. No es que le gustara que su hijo mayor peleara, si no que, es mejor eso a que Gerard allá defendido a Mikey de alguna pelea o algo. Aunque ella sospecha la ultima opción.-Gerard, tu y yo tendremos una platica más rato, ahora suban a cambiarce de ropa.