Cabreado.
Quiza era la unica palabra que me describía en estos momentos.
Y no es como si algo hubiese pasado, quizas era eso, no a pasado absolutamente nada.Una semana a pasado, una semana solo.
Y aunque quiera dar una imagen de que me gusta la soledad, no es así.
Intento darle al mundo una idea de un Gerard que no necesita amigos, de un individuo solitario y autónomo, y a veces también intento convencerme a mi mismo de eso.
Mis amigos New Yorkinos no me pescan.
Se olvidaron del idiota que muchas veces salvo su trasero, con dinero o favores, ya a estas alturas da lo mismo.
La perra de Sarah ya no me interesa.
Pero quiza la soledad que mi hermano me a dado es la que más me duele.
Y esta bien, tenia que sacar sus alas algun día y demostrarnos que él puede tener una vida al margen de mi.
Su novia utiliza la mayoria de su tiempo, y esta bien, pero lo hace alejarse de mi, su propio hermano.
E intentado hablar con Dona, pero siempre tiene algo que hacer, ya sea su turno en el call center, o alguna vecina que tiene que contarle el chisme de algun problema del barrio que a nadie le interesa.
Tambien e intentado llamar la atención de algunas personas con mis dibujos, pero voy en un jodido instituto de artes, ¡Todos dibujan!.
Hace cuatro días me metí en una página llamada Omegle, y solo conseguí ver penes de diferentes colores y tamaños.
Creo que hasta clerebot me dejaría en vistos si es que intentara hablar.
¿Y Frank?.
Luego de mandarlo a la mierda, desapareció.
Y no es como si quisiera hablarle.
El muy bastardo volvio a hablar con sus amiguitos, y corre el rumor de que tiene una novia británica.
Pero no interesa, o eso quiero creer.
De todas formas el mundo no se va a acabar mañana, aun tengo tiempo para hacer algo, verme con alguien, salir a algun sitio.
Tomé mi chaqueta de mezclilla, mi cagetilla casi vacía, y mi billetera.
Por unos minutos camine sin rumbó, quiza esperaba verlo de nuevo en aquella plaza.
Pero claro... él no estaba ahí.
Los columpios estaban ocupados por una pareja, se veían muy tiernos juntos, ambos vestían similar y reían por todo, la chica tenia sus mejillas rosadas por el frio -o por el chico- y él tenia una radiante sonrisa de oreja a oreja.
Hermosa escena, digna para la portada de una revista de invierno.
Pero mi mente convirtió a la chica en otro chico, y ya la escena no le parecería apreciable a todo el mundo. Por las risas, dirían que estan drogados, o que son unos malditos homosexuales llamando la atencion y ensuciando la mente de los niños.
¿conclusión?: Solo los heterosexuales pueden mostrar su amor en público y disfrutar de ser lo protagonistas de una escena de pelicula. -a menos que la pelicula trate de la inclusión gay-.
Mi vista viajo esta vez a una señora que desgustaba un Café caliente, asi que me decidí ir a un café del centro comercial y no irme hasta haber bebido tanto cafe con crema que me produzca un coma cafeinico.
Mientras caminaba, me imaginaba que si alguien me acompañara, no me vería tan patético.
Al llegar, me senté en una mesa cercana a un ventanal que me permitía ver hacía la calle.
El cafe era un lugar precioso, las paredes estaban pintadas con un estilo muy colombiano, y todo olía a cafe en grano, que combinaba con la decoración de el menú y sus pequeños dibujos de negros consumiendo café.
En simples palabras; el lugar era agradable, diferente, pero agradable.
Y no me sorprendió cuando un joven con un afro se me acercó, quiza era el ambiente, pero podria jurar que era sudaméricano.
-Hola, bienvenido al café "Juan Valdez" la casa del cafe colombiano, ¿puedo servirle en algo?.-Dijo el desconocido, quien me parecia familiar, quiza tan desconocido no era.
-Mhhh si, ¿podrias traerme un cafe bien cargado?.- El mesero anotó en su libreta de mano.-Dos de azúcar porfavor.
-Claro.-Termino de anotar y miro fijamente a la cara de Gerard.-¿Nos conocemos?.
-La verdad no lo se, me pareces familiar, ¿Alguna vez has ido a New Jork?.-Se atrevió a preguntar.
-No, las ciudades tan concurridas no son lo mió.- Respondio.
-Ya veo...
-En cinco minutos termina mi turno, ¿Me esperas un momento?.
-Claro, claro.-Respondio el pelinegro.-Tomá tu tiempo.
Entonces se fue, para luego volver con mi cafe y luego irse otra vez.
Entonces Gerard bebía su cafe, veia a tanta gente caminar por afuera del local, se preguntaba cuantos conocerían su nuevo lugar favorito, y tambien se preguntaba en que estaria tan ocupada la gente, que nunca disfrutaba de las pequeñas cosas.
Y eso más que nada era una crítica a el mismo, puesto que hace menos de una hora lamentaba su soledad y ahora sr encontraba disfrutando de la paz que de respira.El chico del afro volvió a aparecer, sin su uniforme y con unos cuantos pastelitos en una bolsa de papel.
Se sento frente a Gerard, y lo miró finamente.
-¿De la iglesia que esta en unas cuadras?.- preguntó.
-Imposible, soy ateo.-Respondio Gerard.-¿Central Park?.
-Ya te dije que no e ido a New York.-Respondió el camarero.
-Lo lamentó, es que solo conozco New Jork, me mudé a Jersey hace menos de un mes , y solo conozco el instituto y parte de este centro comercial.
-Espera, tu eres Gerald, él que golpeó a Frank.
Gerard se sonrojo timidamente al escuchar el nombre de Frank.
-Mi nombre es Gerard, terminación RD, y si, ese soy yo.- Sonrio por lo bajo.
-Mi nombre es Raymond, alias Ray.-Estrecho su mano.- pasamos una noche juntos y no te reconocí.
Gerard le respondio el saludo.
-Debe ser porque estaba oscuro.
Seguian con las manos juntas.
Y Gerard penso que este podría ser el comienzo a una linda y nueva amistad.
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Detención
RandomLos hermanos Way Lee se mudan a New Jersey después de la separación de sus padres. Frank Iero es un autodenominado "Matón" que es feliz jodiendole la vida a el resto de el mundo. Raymond Toro es un chico normal que quiere justicia tras la muerte de...