𝙇𝙖 𝙞𝙣𝙨𝙚𝙜𝙪𝙧𝙞𝙙𝙖𝙙 𝙦𝙪𝙚 𝙖𝙛𝙚𝙘𝙩𝙖 𝙣𝙪𝙚𝙨𝙩𝙧𝙤 𝙖𝙢𝙤𝙧.

Capitulo 8.

Ni siquiera pasó 24 horas que me besó y el idiota me mandó un mensaje para que nos reuniremos. Ahora por su maldita culpa ando como eligiendo como dos horas que ponerme cuando en menos de medía hora es el encuentro.

Coloco mis manos en la cabeza, tirando el cuero cabelludo por la pequeña frustración del momento, no entiendo mucho el por qué los nervios están presentes, tampoco es algo importante.

¿Será por qué es el primer encuentro después de que se besaron?

Y ahí está esa voz que me hace actuar como un loco, aunque esa pregunta me dejó reflexionando. No entendía si era por el beso...mi primer beso.

Enji: me cago en l-

Suspiro hondo, agarro el primer conjunto que veo para cambiarme. No pienso dar tantas vuelvas por ese idiota y también voy a ignorar el cosquilleo que aparece en mi interior cuando se trata de ese imbecil.

Solo me tomó unos pocos minutos para estar cambiado, solo me puse prendas negras. Bajo de las escaleras, viendo que tenga todo lo necesario, antes de salir aunque paro de golpe, encontrándome con mi padre quien tiene unos papeles y los lentes puestos.

Yoshino: ¿A dónde vas hijo?

Enji: estaré con un amigo.

Ruedo los ojos con fastidio, no era necesario dar explicaciones por que no soy un niño, sé cuidarme. Papá sonríe mientras acomoda sus lentes antes de retomar su camino.

Yoshino: solo ten cuidado.

Gruño por debajo antes de ir hacia la salida algo apurado, después de todo llevo atrasado unos minutos y no quiero que el idiota pregunte o que se entere que tarde en arreglarme para encontrarnos, no.

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En la plaza más cercana...
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Me quedo unos pocos metros alejado de mi ¿Amigo?, este tiene la mirada en un punto fijo, parece pensativo mientras su pelo se mueve por el suave viento, estamos en la época de los árboles de cerezos, así que varios pétalos caen a su alrededor, dando un imagen cliché de un manga Shōjo.

Bajo de las pequeñas escaleras del sendero con lentitud, desvío la mitad cuando ese idiota voltea a verme, haciendo que los latidos de mi corazón suenen tan fuertes que apenas puedo escuchar al mi alrededor. Toso un poco cuando finalmente me quedo en frente de él, solo a un paso de distancia.

Iba hablar sino fuera por sus labios se unieron a los míos, abro los ojos por la sorpresa de su acción. No puedo evitar empujarlo, sintiendo mí cuerpo calentarse literalmente, frunzo el ceño y aprieto los puños.

Enji: ¡¿Q-QUÉ MIERDA TE PASA IDIOTA?!-odio cuando mi Quirk se activó por accidente, bufo mientras apagaba mis llamas antes de causar un incendio.-TU-

Toshinori: te ves más lindo de lo normal, fue imposible no besarte Enji.

Ahora mi cara debe estar como un tomate, debo parecer un maldito idiota al reaccionar así por sus palabras. Muerdo con fuerza mis labios inferiores, desviando la mirada, por suerte nadie estaba cerca para presenciar esto, lo menos que quiero es miradas ajenas.

Toshinori: ven.-extende su mano para que lo agarre, no sabía si podía hacerlo, después de todo podría afectar nuestra imagen si nos ve.-vamos Enji, quiero agarrar tu mano.

Enji: no podemos hacer esto.-me arrepentí de golpe cuando veo que borra su sonrisa por un segundo.-es que...

Toshinori: si ambos sentimos lo mismo, no deberíamos preocuparnos de los demás.

Miro su mano, sabía que esto traería problemas en mi futuro, soy una persona comprometida con una desconocida, en algún momento tendré una familia con ella y Yagi no estará en mis planes pero....quiero ser egoísta, solo por un corto tiempo quiero ser feliz con él. Agarro su mano sin mirarlo, ya podía sentir su maldita sonrisa, iluminando a su alrededor, típico de ese idiota.

Enji: ¿Q-qué tienes planeado?

Toshinori: es nuestra primera cita, así que pensé en varias opciones.

Enji: ¡¿C-cita?!

El no me contestó, solo me lleva casi rastreando, empezando hablar de cualquier cosa mientras mi mente trata de procesar sus palabras de hace un momento. Tenía la sospecha que era una cita pero que lo diga sin ningún problema, me podía los pelos de punta.

No tardamos mucho para llegar al pequeño muelle, siempre veía de lejos el río pero nunca me acerqué ya que casi nunca tenía tiempo para ver el mar. Levanto una ceja al ver un hombre que levanta la mano, saludando al oxigenado mientras intercambian unas palabras en voz baja antes de dejarnos solos.

Enji: ¿Cuál es tu plan?

Toshinori: que estés a mi lado para siempre.-sube al pequeño barco, antes de darse la vuelta para mirarme con suavidad mientras extiende su mano.-solo relájate.

Gruño por debajo mientras subo al vehículo acuático con la ayuda del idiota. Me siento donde me indica y el prende el motor para empezar a navegar.

Coloco mis brazos al borde, mirando fijo el agua, admito que es relajante y entretenido. Extiendo mi mano, tocando con las puntas de mis dedos el frío líquido. Nunca creí hacer esta clase de actividad, para empezar no creí tener una cita...¿Normal?... con alguien y menos con un hombre. Admito que mi forma de ser no ayuda a relacionarme bien con las personas, mi aura intimidante, aleja a muchas personas.

Pero no a Yagi.

El idiota siempre está ahí cuando intenté alejarlo, tengo miedo de que esto termine tan pronto, debo buscar una solución rápido, hablar bien del tema sobre mi situación y ver cómo afrontar las cosas.

Toshinori: Enji.

Volteo para verlo pero sobresalto un poco cuando siento su mano en la mejilla, uniendo nuestros labios como antes, solo que está vez subió un poco de tono, haciendo que se me escape un pequeño gemido. Cierro fuerte los ojos cuando nuestras lenguas empiezan un batalla que no estoy seguro de ganar, soy muy novato para estas cosas y no sé si él lo sea por que ahora no lo parece.

Ambos nos separamos al sentir que nos falta el aire, respiramos hondos y ver su estado, me da un escalofrío por todo mi cuerpo. Sus mejillas rojas, el pelo casi despeinado y la respiración entre cortada, es una imagen que solo yo puedo ver y no me gustaría que alguien más lo haga.

Toshinori: me gustaría seguir pero sé que no comiste casi nada.-se aleja un poco, sacando una canasta que estaba en el bote y lo abre, mostrando algunas frutas como sándwiches y algunas bebidas.-me ayudo la señora Takeda.

Solo asiento mientras me acomodo, no sabía que decir de toda la situación que estoy pasando, no estaba preparado para esto y eso me enoja un poco por que quiero también sentir bien a él.

Ese maldito rubio solo me sonríe antes de acomodar las cosas, una vez hecho se sienta a mi lado, agarrando un poco de jugo. Yo solo escucho lo que dice mientas agarro un sándwich.

Todo esto parece algo irreal, una ilusión o un sueño...

Solo sé que me hace feliz, tener a este idiota para mi.

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Continuará...
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