Unu

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Información importante al final del capitulo. 

 

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1709.

El sector izquierdo de la mansión estaba apenas siendo apagado luego de que el fuego les diera lucha toda la madrugada y parte de la mañana. Los empleados se encontraban exhaustos tratando de menguar el poder del fuego hasta que finalmente y con la luz del día pudieron apreciar la diversidad de pertenencias quemadas y el hollín acumulándose en las paredes de la mansión.

— ¡Quiero al culpable de esto, ahora mismo! — no era una petición al azar, era una orden directa para todos sus criados —Cueste lo que cueste, no importa a quienes deban recurrir para obtener información, quiero saber quién lo hizo. — En todos los años que llevaban trabajando para el emperador nunca lo habían visto así de furioso, de hecho, nunca lo habían visto siquiera molesto.

— ¡Emperador! — Llego uno de sus criados cubierto de hollín y el semblante preocupado — Hemos revisado dentro de la mansión y los daños afortunadamente no han sido demasiados debido al material de construcción, pero... me temo que se han llevado bastantes cosas desde su bodega personal.

— ¡¿Qué cosas en específico?! — tomo el cuello de la camisa de aquel hombre zarandeándolo de un lado a otro — ¡Contesta!

—El cofre de rubíes y los papeles dentro del compartimiento de cuero que estaban a su costado. — Tenía tanto miedo de lo enajenado que se veía ese hombre que siempre se habían comportado amable que hasta dudó que lo dejara con vida si seguía zarandeándolo de esa manera — Solo eso, mi señor.

— ¿Solo eso dices? — Lo empujo haciéndolo caer al suelo mientras se pasaba ambas manos por la cabeza — ¡¿Solo eso?! —repitió enajenado.

Por algunos segundos todo fue silencio a excepción de la respiración agitada del emperador. La ira pintándose clara en sus ojos ahora enfurecidos y las manos a punto de explotar por toda la presión ejercida mientras las presionaba entre sí, de pronto los paseos de un lado a otro cesaron, respiro hondo y volvió a dirigirse a sus criados.

—Quiero que convoquen a toda la ciudad en la plaza pública en dos horas más — su tono se había vuelto un poco más relajado — Que no falte absolutamente nadie, ¿entendieron?

—Sí, emperador — fue la respuesta al unísono de todos allí.

—Mi señor... — una hermosa empleada de cabello rojo fuego interrumpió entre la momentánea paz que allí se formó — Me preguntaba ¿En donde ubicamos a la emperatriz Sana? La mansión no parece segura y su delicado estado de salud ha empeorado con el incendio.

—Es cierto — por primera vez en horas se preocupaba de su delicada y trastornada esposa — Joy, necesito que te marches con la emperatriz hasta la casa de campo, allí ella estará tranquila, ve con todos los criados que consideres que necesitas para mantener bien atendida a mi esposa.

Húsares de Tormentas. - Hyunlix.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora