Felix es el heredero de una princesa gitana y un príncipe en cuya isla creen en los ángeles caídos. Un día la desgracia ataca su hogar obligándolo a escapar junto al único familiar que le queda vivo, es así como el infortunio no deja de perseguirlo...
—Tripulación... Bienvenidos al mar de Hades. Lugar en donde se encuentra la Isla de los Caídos, mi hogar.
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La mayoría se estaba recuperando del susto de muerte que había sido navegar por el costado de aquella montaña llena de barcos destruidos y esqueletos de piratas que intentaron pasar, muchos creyeron que habían muerto y esto era el paraíso, en el caso de Felix solo se quedó a contemplar el rostro de su tripulación y claro también la de Hyunjin quien no se había despegado en ningún momento de él.
—Cruzamos... estamos... del otro lado... —sus ojos estaba muy abiertos, sus labios separados casi formando una "O" justo en ese momento un radiante rayo de sol ilumino su precioso cabello rojo — ¿Por qué me miras así?
—Eres hermoso Hwang Hyunjin, igual que un rey —lo acerco besando sus labios —increíblemente guapo mi caballero escarlata y el hombre más interesante que se ha cruzado en mi vida.
—Mi adoración —repartió muchos besos por todo su rostro — ¿Cuántas maneras tienes de quitarme el aliento?
— ¡Capitán! — Jeongin llamo la atención de sirena — veo tierra a la vista. — apuntó con su dedo mientras bajaba el catalejo.
En efecto a lo lejos se podía visualizar enormes torres de ladrillo que parecían estatuas de dioses cuidado la isla del bravo mar más allá del monte que se alzaba desde el océano y el increíble cambio en el color del agua fue de las cosas más impresionantes, venían de un oscuro y espeso mar azul casi negro y ahora mismo navegaban por aguas casi cristalinas de un celeste maravilloso y radiante.
—Bien chicos estamos por llegar, no sé con qué tipo de cosas nos encontraremos pero sé que definitivamente con ningún humano —les advirtió —tengan mucho cuidado porque podrían dar con cualquier animal salvaje, es importante que nos turnemos cuidando el barco y tener una señal de alerta en caso de cualquier cosa.
Comenzó a dar más órdenes delegando tareas a sus hombres mientras Hyunjin y Changbin estaban sentados en la escalinata cerca del timón viéndolo en su labor de capitán.
—Es increíble cómo no dudo en ningún momento que llegaríamos hasta acá y que cruzaríamos esa monstruosa ola —comento Changbin viendo el brillo en los ojos de Hyunjin mientras observaba a Sirena —jamás te despegaste de él.
—Quería estar a su lado si nos hundíamos, abrazarlo hasta el final si lo peor pasaba —dijo sin mirar al mayor, sus ojos danzando al ritmo de los pasos de Felix —pero nos trajo hasta aquí sanos y salvos, algo que yo jamás hubiera logrado hacer.
—Lo amas... estas consiente de eso ¿no? —Hyunjin sonrió algo entristecido y luego lo miro — ¿por qué la tristeza?
—Porque mi vida ahora depende de que ese hombre me ame, mis emociones están sujetas a ese hombre de menuda figura que hace que mi alma toque el cielo —no podía parar de mirarlo, sus gestos, su andar, el contraste de su cabello rubio al sol y lo hermosas que se verían sus pecas por la noche gracias a todo el sol en su rostro —él es una obra de arte que deseo admirar cada día, quiero ser el artista que lo pinto.
