Felix es el heredero de una princesa gitana y un príncipe en cuya isla creen en los ángeles caídos. Un día la desgracia ataca su hogar obligándolo a escapar junto al único familiar que le queda vivo, es así como el infortunio no deja de perseguirlo...
—No me iré sin conseguir lo que vine a buscar en este puerto, pero quedan en completa libertad de acción de marcharse quienes quieran hacerlo — su postura fue estoica y sus ideales tercos como siempre —si el rey me quiere muerto que lo intente pero voy a masacrar a todos los hijos de puta que me intenten tocar, ¿quedo claro?
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Querer inmiscuirse en la férrea voluntad de Felix era luchar sin armas contra una serpiente venenosa, es decir, imposible. El hombre estaba hecho de fuertes convicciones y confianza, no por nada tenía el garbo de un verdadero príncipe y el narcisismo adquirido directamente desde las mejores brujas.
Entonces allí estaba en pleno mercado del puerto de las arpías adquiriendo víveres para las semanas que le quedan de viaje luego de haberle dicho a Bam Bam que volviera a Dark Tower junto a Chris para que le dijera que estaba bien y que regresaría con una misión exitosa aunque tuviera que batallar por ella.
—Por el amor de dios, Felix. Deje que mis hombres sean quienes abastezcan a su barco y escóndase junto a su tripulación, me tiene nervioso su constante paseo público — suplico Hyunjin sin dejar de seguirlo por todos lados.
—Gracias por el ofrecimiento pero declino a su propuesta capitán Hwang, además deje de seguirme —ordeno molesto — ¿acaso no ve que es usted quien llama más la atención en este lugar con ese cabello escarlata que se carga? Sin mencionar la cantidad de bragas que anda dejando mojadas con cada paso luciendo aquel uniforme y la camisa escota casi hasta el pecho.
—No soy yo precisamente quien anda dejando bragas mojadas o pollas erectas. Tal vez no se ha dado cuenta pero su pomposo trasero y estrecha cintura son de todo menos normales —Felix lo enfrento totalmente ofendido — no he dicho ni una sola mentira así que no me mire así — lo apunto con el dedo — usted llama la atención y su hermoso rostro esta en cada esquina de este lugar, aunque claro... no supieron dibujarlo de buena manera.
—El cambio de tono en sus palabras y acciones me enferman un poco, decídase Hyunjin, ¿está molesto, feliz, frustrado o caliente?
—Con usted en frente créame que la respuesta correcta a esa pregunta, es todas las anteriores —sonrió burlón —pero más que nada estoy observando que nadie vaya a ponerle un dedo encima.
—Un guardia personal... nunca me había sentido más príncipe que ahora mismo — se burló a lo que Hyunjin lo agarro fuerte del brazo.
—Deje de joderme, Felix. Me está haciendo perder la paciencia.
— ¿Y qué va a pasar cuando eso pase?
— Es insoportable ¿lo sabía? —iba a continuar la discusión pero unos metros detrás de Felix vio a dos mujeres secretearse mientras miraban el cartel de se busca apuntando discretamente hacia el rubio —Sígame...
