Unsprezece.

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En el capítulo anterior.

—Me tienes mal Felix, porque se sintió como una jodida eternidad.

—Sabes que ya caíste por mi ¿no? — abrazo la cintura de Hyunjin.

—Sabes que estas en este mismo pozo conmigo, mi príncipe.

—Sabes que estas en este mismo pozo conmigo, mi príncipe

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A ese primer día en el reina Lilith ya había pasado un mes con dirección hacia el monte acrópolis, cinco semanas completas en donde toda la tripulación se había enterado de todas las maneras posibles que tan bien atendido estaba su capitán. Se había acostumbrado tanto a los gemidos de sirena y el capitán escarlata que ya casi se había transformado en una rutina para ellos sobre todo por las noches.

Aunque claro que las cosas entre Felix y Hyunjin no había sido solo sexo, claro que no. Hyunjin se encontraba cada vez más admirado con la gracia y elegancia en la que Felix demandaba las cosas, él decía y sus hombres obedecían como si todos ellos estuvieran encantados por aquella sirena, Hyunjin comprobó que no se decía a aquel tonto mito sino que todo se basaba en lo atento que Felix era con su tripulación, los conocía a la perfección y ellos a cambio le otorgaban completa lealtad.

Hyunjin también se encontró con que su príncipe era un hombre de mundo conocedor de muchos idiomas, las estrellas y los mares, sin mencionar lo hábil que era con la espada, se habían sometido un par de veces a duelos de espadas con toda la tripulación como testigos y Felix siempre lo dejaba al borde de la derrota pero jamás le daba una estocada final para no herir demasiado su orgullo. Felix era un hombre excelso con infinidad de virtudes y un solo gran defecto, era terco como nadie en el mundo y hacerlo cambiar de opinión era prácticamente imposible.

Por su lado Felix encontró en aquel salvaje pirata de cabello rojo a un cálido hombre profundamente sensible cuando estaban a solas, de besos delicados, caricias suaves y dotes artísticos pues ya le había dibujado un par de veces para compensar los retratos horribles que había hecho de su persona en el puerto de las arpías. Hyunjin gustaba leer y escribir poesía, además de escribir sus propias vivencias y cada cosa que Sirena le hacía sentir, un verdadero bohemio atrapado en la piratería.

— ¿Sigues trazando rutas? —pregunto en un susurro mientras se cernía sobre Felix desde la espalda, acariciando sus manos ocupadas señalan rutas en el mapa — hace varias noches que no duermes bien, ¿Qué es lo que le preocupa a mi príncipe?

—El mar de medusa cuenta con lo que muchos hombres llaman monstruos. Lo que realmente solo son criaturas marinas más grandes de lo común dada la profundidad del mar en esa zona —explico mientras Hyunjin besaba su cuello — ¿Me estas prestando atención?

—Animales muy grandes, agua muy profunda —sintetizo la información —pero vuelvo a preguntar ¿Cuál es la preocupación?

— ¿Estamos preparados para criaturas tan colosales? —Seguía mirando el mapa mientras la sensación del cuerpo de Hyunjin contra el suyo poco a poco estaba enviando a su mente a otro lado —no quiero que mi tripulación la pase mal por mi terquedad pero tengo la casi certeza que todo se calmara una vez que pasemos por aquel mar y crucemos el monte acrópolis.

Húsares de Tormentas. - Hyunlix.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora