Cuarentena (Kookmin)

EXTRA 4: El matrimonio Jeon-Park

Habían pasado varios años de relación con muchos recuerdos creados y muchos momentos vividos hasta aquella navidad en la que JungKook le propuso matrimonio a JiMin en la intimidad de su departamento. Ahora, meses después, el día de su boda por fin llegó; aunque al principio todo fue un caos, porque JiSoo y JiHyo no lograron congeniar muy bien para los arreglos de este evento tan esperado hasta que JiMin intervino para relajar la tensión. Al final, decidieron que no querían nada ostentoso y que sólo asistieran las personas más cercanas a su familia.

Las invitaciones se enviaron y con ello comenzaron a tachar los días en el calendario hasta que se convirtieron en horas. Era completamente normal que los dos sintieran nervios en un día como este, incluso a JungKook le sudaban las manos mientras espera a su prometido en el altar, el problema, es que han pasado diez minutos después de la hora pactada y él no aparece.

Hay muchos cuestionamientos en su interior; que quizá las decisiones fueron tomadas repentinamente y tal vez JiMin piensa que no es momento de casarse pero, ¿cómo no lo sería? Han pasado más de cuatro años desde que viven juntos y muchos más de conocerse. JungKook ahora tiene veintiocho y una vida definida, tanto en el personal como en lo laboral y JiMin tiene veintitrés, próximos veinticuatro y está en los últimos años de su carrera universitaria. Tal vez aún no tiene su vida tan definida y lo acaba de descubrir.

Habían corrido otros diez minutos y lo único que JungKook recibía eran pequeños mensajes de que ya venía, que eran complicaciones del maquillaje, pero él bien sabía que eran otros temas. Pensó que tal vez debería cancelar la boda hasta saber como resolver esto o averiguar si tenía remedio, sin embargo, YoonGi interrumpió sus pensamientos.

—Está en tu habitación— le susurró al oído— Todos hemos hablado con él, pero no quiere abrirnos. Parece que no logra controlar sus nervios o ha entrado en una especia de shock— le explicó con preocupación— Estoy seguro que tú eres el único que puede hablar con él.

JungKook no supo como sentirse con respecto a esa información, pero no se detuvo pensarlo, porque ya iba en camino a la que anteriormente era su habitación. Cuando llegó se encontró con una puerta completamente cerrada y con una inquietud que no le gustaba para nada. No estaba listo para escuchar que JiMin no quería casarse con él.

—Soy JungKook— dijo con voz temerosa— ¿Quieres que hablemos?

—Lo estoy arruinando ¿cierto? —se escuchó y la puerta se abrió un poco— No entres, por favor. Recuerda que es de mala suerte que me veas con mi traje.

Aquello reconfortó un poco al pelinegro y se hizo a un lado de la puerta para recargarse en la pared. Después de eso respondió:

—Estoy seguro que te ves hermoso... más hermoso que nunca— intentó reconfortarlo— y seré muy paciente hasta que me permitas mirarte. Y no... no lo estás arruinando. Siempre hacemos las cosas a nuestra manera y eso está bien.

—¿Tú crees? —inquirió con esperanza.

—Por supuesto— sonrió, aunque JiMin no pudiera verlo— Yo creo que tú y yo somos perfectos a nuestro modo.

Se hizo un pequeño silencio que ambos necesitaron para pensar un poco en lo que esta plática podría requerir. JiMin tenía muchas incógnitas en su interior que esperaba fuesen resueltas por JungKook. Realmente no se equivocaba, pero ahora el miedo era quien lo gobernaba.

Que buen día para sentir miedo

Patético.

—Dime... ¿qué pasa, nene? —decidió abordar el tema— ¿Hay algo que pueda hacer? ¿Por qué te sientes así? —hizo una pausa para suspirar— ¿Quieres que cancele la boda? —preguntó temiendo de la respuesta que podía recibir.