ENCHANTED (Violet & Edmund's Story) 💜

4. Un caballero decidido

En la casa de los Bridgerton siempre había ruido. Edmund asumió el título familiar tras la muerte de su padre. Como cualquier caballero de la alta sociedad inglesa asistió primero a Eton y luego a Oxford. A pesar de sus muchas responsabilidades siempre tenía tiempo para compartir con sus hermanos. Sybilla, Georgiana y Hugo.
Sybilla estaba casada con un amigo de la familia y en esa ocasión venían de visita a la casa de Londres. -Estoy tan encantada de venir aquí. Los extrañaba tanto a todos. -Billie abrazó a sus hermanos y miró a Edmund. -Dios, te ves muy bien. Estás guapísimo, querido hermano.

-Bridgerton.

-Kennard. -Edmund saludó también a su cuñado y sonrió. -Que bueno que llegaron. La fiesta debo prepararla pero no tengo idea de como.

-¿A qué crees que vine? Además así Georgiana podrá prepararse para su presentación. Si no te casas este año yo puedo presentarla el próximo. ¡Giana! -Billie miró a su hermana y le sonrió corriendo hacía ella para abrazarla. -Imagino que Hugo sigue en clases.

Edmund asintió y dejó que su familia se sentara en el salón principal mientras el mayordomo venía con una criada a servirles algo de comer. -Sí. Está en Oxford. Volverá para el baile. Quiero que todos seamos anfitriones en esta tradición.

-Estoy feliz de que estés aquí, Billie. Edmund solo es un saco molesto que vive acabando con las galletas de la cocina. Y no quiere llevarme a las fiestas. -Georgiana sirvió las tazas de té y después de darle a cada uno la suya tomó la última y dio un sorbo. -Debo estar con mi institutriz todo el día. ¿Cuándo volveremos al campo hermano? Yo detesto la ciudad si no hay nada divertido que hacer.

-No estás presentada aún. Un año más, Giana. ¿Qué cenaremos hoy? Faltan horas pero estoy hambrienta. ¿Tienes pensado volver al campo, Ed?

-Es normal en tu estado, querida. -dijo George Rokesby, el esposo de Sybilla con una sonrisa. -también quisimos venir para compartir la noticia.

Edmund de inmediato sonrió al entenderlo y se acercó a abrazar a su cuñado. -¡Es una excelente noticia! Georgiana, seremos tíos. Y sí, Billie. Una vez me case regresaré al campo con mi esposa.

-Ya lo había pensado. -Dijo dando un gritito mientras volvía a abrazar a su hermana. -Ya era hora. Creo que a partir de este primer sobrino toda la casa volverá a estar llena de niños. Cuando Edmund se case y Hugo también podrán darme algunos cuantos niños para consentirlos en exceso.

-Tal vez algún día tú puedas darnos sobrinos también, Georgiana. Billie, pide lo que quieras, la cena será en honor de ustedes. Brindaremos, es una noticia digna de celebrarse. El vizcondado de Kennard tendrá un heredero. George, espero que me guardes un tiempo también para ir a disparar o a cabalgar. Te puedo invitar al club.

-Giana, tú luego me ayudarás a preparar el baile. Es una tradición que comenzó nuestra madre y mientras Edmund no esté casado, como la señorita Bridgerton, tú deberás servir de anfitriona. ¿Y quién es la afortunada elegida? ¿La conocemos?

-Edmund se casará. Yo sé. Hace unos días escuché el rumor de que estuvo bailando con la señorita Ledger. Escuché todo cuando fui a caminar por el parque junto a Olivia Hamilton. ¿Es ella, hermano? ¿Violet Ledger?

Sybilla alzó una ceja y soltó a su esposo. -Yo tengo que saber eso. ¿Me esperas aquí, cariño? Tengo que hablar con Edmund. Vamos a tu estudio o al jardín, necesito que me cuentes.

-¿Qué sentido tiene cotillear si no se hace en familia? -dijo Georgiana. -Yo te estoy informando, no me saques de la conversación.

Edmund no tenía muchas ganas de entrar en una conversación privada con su hermana, ella sacaría hasta el último de sus sentimientos a la luz y no quería revelarlos tan pronto. -No deberías dejar solo a tu marido, Billie. ¿No va a enojarse?