5. Damiselas e historias de amor

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Olivia y Mary fueron a la casa Ledger. Al ser tan amigas era normal verlas juntas dando paseos, bordando en los salones, hablando casi siempre. Las tres habían compartido clases en la misma escuela para señoritas y se conocían desde siempre. Y era conveniente ya que si algo no lo sabía una, las otras dos sí y no dudaban en compartirlo.
Para Violet, Olivia y Mary habían sido como ángeles, pues en su niñez siempre estuvo sola pues no tenía hermanos, y ellas dos fueron las hermanas que pudo escoger.
Estaban en un salón amarillo de la casa Ledger tomando el té y era evidente que Olivia y Mary tenían varios cotilleos para contar. -Llegó una familia de Cornwall. Los Seymour. Tienen una hija, su nombre es señorita Portia Seymour. Tiene el cabello rojo. Están instalados en Regent Street. -dijo Mary mientras le ponía dos terrones extras de azúcar a su té para darle un sorbo. -Es bastante... distraída.

-Escuché que no es su primera temporada. -soltó Olivia. -Dicen que tiene veintitrés años y que la familia había estado en el campo debido a que estaban de luto por el hermano mayor de la señorita Seymour. El heredero, solo eran dos hermanos. Así que como los títulos pasarán a un tío, vinieron a casarla. ¿Creen que pueda encontrar una pareja?

Violet sin duda quería conocerla, y tal vez podría ayudarla si ella se lo permitía. -A lo mejor podamos presentarnos con ella y ser amables. Es nueva en la ciudad de cierta forma ¿No les parece? Si ha tardado tanto en volver a Londres no estarán muchas de las personas que conocía.

-Eso es cierto, seguro que sus antiguas amigas ya estarán casadas. Yo nunca tuve oportunidad de verla en persona y tengo curiosidad. Tal vez sea una persona digna de admirar.

Mary estaba siendo honesta con su comentario. Las tres dieron un sorbo a su té y luego Olivia recordó que era lo que quería mencionar antes de que la conversación cambiara bruscamente. -Yo tengo una pregunta. -Olivia sonrió y miró a Violet mientras tomaba una galleta y se volvía a acomodar en el sillón. -Escuché que fuiste a Gunter's con la señorita Georgiana Bridgerton y la vizcondesa Kennard. Es la familia del vizconde Bridgerton ¿Te está cortejando?

Violet negó de inmediato y comenzó a reír. -No. Él jamás ha venido a visitarme y dudo que lo haga. No creo que me corteje ni en sus más locas fantasías.

-Yo creo que sí está cortejándote ¡Es cierto! -Mary también sonrió y comió una galleta. -te vimos bailar un vals con él. Y sales con sus hermanas ¿Cómo son ellas?

-Claro que no, soy la fea del baile. -dijo sin permitir que dijeran otra cosa. -Sus hermanas fueron amables conmigo y pasamos un rato muy ameno. La señorita Georgiana es adorable y quisiera que la conozcan. La presentarán el próximo año pero se quedarán en Londres hasta entonces. Necesita amigas.

Mary la miró y alzó una ceja. -¿Y si te cortejara el vizconde? -Dio un sorbo a su taza y Violet negó. -¿Por qué no?

-Porque a ti te gustaba. -Soltó Violet al sentirse acorralada por sus amigas. -¿Qué pasa con eso?
Ya llevaba días confundida por las chispas. Mary y otro chico y ella sabía que estaban presentes. El vizconde ¿Acaso estaba equivocándose?

Mary comenzó a reír y alzó los hombros. -Creo que a media ciudad le gusta. Creo que sobreviviré, en serio. No hay ningún problema si a ti te gusta. Es alto, guapo, amable y convenientemente rico. Tú necesitas casarte con un caballero que tenga una gran fortuna. Es tu último año para lograr un matrimonio de ventaja.

-Es un mujeriego. -remató Violet tomando una de las galletas para mojarla en el té y comerla. -Nunca se los conté pero cuando estuvimos en el baile de Danbury estaba hablando con los caballeros en la terraza. Mencionaron algo sobre París, y una bailarina llamada Lola y también una actriz. Muchas cosas inapropiadas sobre los atributos de esas dos mujeres. Además, aunque pudiera ser guapo, alto y todo lo que dices, Mary, yo estoy casi emparejada con el conde Melville.

ENCHANTED (Violet & Edmund's Story) 💜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora