10. Compromiso

117 13 17
                                    

Y aquella carta tuvo una respuesta, y luego otra, y otra.
Se contaban todo mediante las cartas aún cuando en las tardes se encontraran caminando por el parque o la plaza. —¿Te imaginas algún día bailar en una plaza mientras todo el mundo nos ve?

—Creerían que estamos cortejando. ¿No es así? -dijo ella con una risita mientras lo miraba. —Sería un poquito divertido al comienzo pero el día que mi madre se entere que el cortejo es falso le daría una apoplejía. Ahora, quería hablar de tu última carta y como estuviste explicando como recorriste La India ¿En serio es tan exótica?

—Y más. . -contestó Edmund mientras la mano de Violet estaba en su brazo. —No estaba solo para pasear, sino para elevar el espíritu. Aprendí mucho del amor.

—Eso mencionaste, y cito: "Oh, gran llama sagrada, concédeme amor", eso dijiste que dicen. Pero ¿Qué significa eso? Tendrás que explicarlo. -ella miró a su alrededor y se quedó mirando unos rosales y sonrió. —están floreciendo. Algún día llegará mi momento de hacerlo también.

"Ya estás floreciendo." —Claro. Lo que quiere decir esa frase es que el amor se difunde, que es lo único y que es como un alma dentro de nosotros. Se romantiza en la poesía y en el baile, y en la flor de loto.

—¿La flor de loto? No he visto de esas en Inglaterra. ¿O sí existen aquí?

—Hay en mi casa, en Aubrey Hall. -contestó mientras seguía caminando con ella. —viven en un estanque, sus pétalos son rosados y amarillos, creo que te gustarían. ¿Sabías que las flores tienen significado?

—Es algo que supe reciente porque siempre mencionas alguno. ¿Qué significa la flor de loto?

—La pureza del alma. También la resiliencia, la capacidad de superar los obstáculos. ¿No es gracioso esto? Hablamos de plantas.

Ella comenzó a reír y se mordió un poco el labio asintiendo. —Yo las suelo cultivar y tú conoces su historia, significado, de donde vienen... incluso sus propiedades. ¿Estás seguro de que eres vizconde y no botánico o naturalista?

Él sonrió y le tomó la mano con cuidado. Sentía el corazón latirle con fuerza y sabía que tenía que hacer algo para confesar sus sentimientos. Era impresionante como había pasado de odiarlo a tenerle aprecio igual que un amigo, pero sabía que necesitaba más. Tenía que  reunir el valor de preguntar aunque tenía miedo de que ella no sintiera nada más que una amistad. —Violet.

Ella notó las caricias en su mano y pestañeó varias veces. —¿Por qué tan serio?

—Nada. ¿Irás esta noche al baile de los Seymour? No sé si te invitaron. -y la soltó rápido. Era un placer diferente tocarla, y al menos él si sentía las chispas entre los dos. —Es que quiero bailar contigo, hace mucho no lo hacemos, estás ocupada con tus pretendientes.

—Me encantaría. Si asistiré, estaré esperando. -le sonrió un poquito sonrojada y él también lo hizo. —Honestamente eres un gran bailarín. El mejor.

Su charla salió de aquel breve momento de coqueteo para volver a un tema más propio y amistoso. Hablaron de acuarelas y arte, luego de música, teatro, libros  favoritos y también comidas. Violet supo que Edmund amaba el té sin azúcar pero con leche y acompañado de galletas de mantequilla. Edmund por su parte supo que a Violet le encantaría visitar Escocia y ver las tierras altas y probar el whisky. —No recomiendo probar esa bebida. Sería muy fuerte. -ella comenzó a reír. —solo los escoceses podrían inventar algo tan fuerte para soportar esos vientos tan fríos.

—Pero sería lindo, aunque no probaría el haguis. No comería jamás un estómago de oveja. Pero imagina ir y escribir sobre ello. No para que lo vean sino para recordar que fuiste, cada uno de tus pasos, como un diario.

ENCHANTED (Violet & Edmund's Story) 💜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora