Capítulo 004

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Ingreso a la residencia de los Kings, luego de terminar de llenar unos papeles. Me entretuve demasiado en la casa de los Hamilton por lo que, cuando Alex me dejó en el departamento, tuve que ponerme a completar las cosas que me piden para la semana que viene. Por suerte, no tuve que ir a la oficina.

Por lo tanto, estoy en camino a disfrutar mí segunda Noche Buena en Londres, con personas que considero mí familia.

—¡Alex, mi habitación no es una pasarela! ¡Sal de aquí! —vocifera Sam, y ese es el primer grito que escucho. El siguiente es el de Katherine.

—¡Ya déjame, James! ¡Jamás conseguiré que la masa no se pegue! —hace todo el show de una drama queen. Su último novio la consintió tanto que ahora hace drama por todo. Además, tiene a la reina de las drama queen, Isabella Caccini.

Avanzo en puntitas de pie para que ninguno me escuche y poder seguir con mi silencioso camino hasta mi antiguo cuarto, el cual pertenece a los mellizos Kylian y Reagan.

—No es difícil tomar el tiempo, Kath —escucho que le dice el castaño con un tono severo, aún así lo conozco lo suficiente como para saber que se está conteniendo.

—¡Tienes el mejor espejo de cuerpo completo! ¡Lamento que seas tan horrible como para no usarlo porque de seguro lo rompes! —le responde Alex por sobre la pelea de Kath y James en la cocina.

Hago oídos sordos mientras los cuatro se siguen peleando, no tendré ni voz ni voto en ninguna de las dos discusiones. Asciendo las escaleras, mentalizandome que Sam y Alex pueden verme y meterme de un tirón en la habitación del primero. Ya aprendí a las malas que no sale nada bueno de estar de intermediante entre ellos dos. Sam ya no es tan sereno y Alex... bueno, es Alex.

—¡Y tú no usas el tuyo porque ya lo rompiste!

—Sí, es que el espejo no soportó tanta belleza.

Ruedo mis ojos soltando una risa por la respuesta del de ojos azules, sin embargo eso es lo que me delata.

—Queen K, ven un momento —pide Alex serenamente. Y con serenamente me refiero a que me lo ordena y me jala del brazo adentrándome a la enorme habitación de Sam.

Ésta está pintada de color verde manzana.

—¿Qué sucede? —pregunto.

—Este imbécil no me deja mirarme en su espejo.

—Es que es su espejo, Alex, tú ya tienes uno.

—¡Ja!

—¡Pero me gusta este!

—Cómpraselo, entonces.

—Ni loco le compro algo a un Highmore. La única y última vez que le compré algo a Camille, apareció su padre con una escopeta y me ordenó que le devolviera el brazalete que le robé a su esposa. ¡Y quedaba sensacional en mi tobillo!

—Era un collar —lo corrige Sam.

—Pues qué cuello chiquito que tiene tu madre.

—Tú tienes el tobillo gordo.

—¡Y tú eres un umpa loompa!

—Agh —gruño cruzándome de brazos. No hago el intento de irme porque sé que se darán cuenta enseguida.

Sin embargo, dejan sus gritos y pelea de lado cuando escuchamos algo parecido a una explosión en la parte baja de la casa. Salimos de la habitación rápidamente, descendemos las escaleras y vemos humo salir de la cocina.

Oh, no, James y Kath estaban allí.

—¿Llamamos a los bomberos? —pregunta Alex frunciendo su ceño.

JAMES [Kings #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora