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26 de Abril de 2022
Monte-Carlo, Mónaco

EL APARTAMENTO QUE COMPARTÍA CON PIERRE SE LLENABA DE RISAS, estábamos teniendo una pequeña celebración por mi nuevo trabajo y no podía estar más feliz. Pierre, Camille, Carlos y Emily se estaban encargando de la comida y las bebidas, mientras que Lando, George, Mick escuchaban la historia de la sorpresa que me dieron en el último cumpleaños que pasé con Ferrari

-Mattia hizo que metieras tu cara en el pastel?- yo asentí y los tres chicos estallaron en risas

-No es gracioso! tuve crema en la nariz por días- dije mientras que un puchero adornaba mis labios -Pierre tuvo que ayudarme con los lavados nasales

-Tenía más crema que el propio pastel- dijo el francés dejando nuestras bebidas en la mesa

-Cuándo nos vas a decir cuál será tu próximo equipo?- todos me miraron con curiosidad

-En unos minutos lo haré Georgie, no te desesperes- dije tomando mi coctel -Mille, realmente eres buena con esto

-Gracias Fio- gritó desde alguna parte de la cocina

-Me vas a hacer falta en Ferrari- Carlos tomó asiento a mi lado -no será lo mismo sin ti

-Oh Carlos- mi cabeza se apoyó en su hombro -siempre serás bienvenido en mi nueva oficina

-Tendrás una oficina?- yo sonreí -es mucho mejor de lo que pensaba

-Créeme que lo es

El sonido del timbre nos hizo salir de nuestra pequeña burbuja, este sonaba con desesperación, cosa que me hizo fruncir el ceño

-Quién demonios toca así a estás horas?- dijo Pierre

-Iré a revisar

Me levanté del sofá y caminé rápidamente hacia la puerta esperando que no fuera algún vecino quejándose por el ruido. Cuando iba a abrir la boca para disculparme, los ojos de Charles se cruzaron en mi campo de visión. Las palabras se quedaron atascadas en mi garganta y si me movía un poco más, probablemente caería de rodillas

DAYLIGHT| Charles Leclerc Donde viven las historias. Descúbrelo ahora