Ferrari y Lamborghini
Los reyes del automovilismo
Para nadie es un secreto la rivalidad que se desató hace algunos años entre los dos empresarios que llevaron dichas empresas a la cima, pero no estamos hablando del pasado
¿Que pasaría si la peque...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
28 de Marzo del 2022 Arabia Saudita
BAJÉ DEL ASCENSOR DESPIDIÉNDOME DE MICK, agradecía que hubiéramos llegado a tiempo récord y aunque seguía preocupada por aquel flash en el club, estaba intentando mantenerme tranquila, podría salir a aclarar cualquier cosa después. Saqué la tarjeta de la habitación de mi cartera y abrí la puerta con cuidado esperando que Charles estuviera dormido, pero no fue así. Estaba sentado en la cama con sus manos cubriendo su cara. Al subir su mirada, la expresión preocupada en su rostro se esfumó justo cuándo me vio cruzar la puerta
-Dios, no sabes el susto que me acabas de dar- dijo mientras se levantaba y me tomaba de la cintura para abrazarme -pensé que te había pasado algo
-Sabes que siempre llegó tardé ¿por qué estás tan histérico?- hablé sarcásticamente
-Siempre estoy contigo o Pierre esta ahí, pero hoy no fue así y eso me preocupaba- dijo frunciendo el ceño -lo siento, no debí hacer tanto escándalo
-Está bien Charles, lo entiendo- tomé mis zapatos de tacón y los tiré a un lado
-También lo siento por dejarte así ayer, estaba un poco, molesto- se rascó la nuca y me miró
-Entendí tu punto cuando cruce la puerta de ese club, la verdad- me subí a mi cama y abracé las sábanas, recibiendo el cansancio -pero también creo que estabas un poco celoso- dije con un tono burlón mientras que tomaba una toalla húmeda y la pasaba por mi rostro
-Yo...yo, creo que- lo miré confundida
-Estaba bromeando Charlie- el suspiró con alivió y se sentó en la cama -quieres quedarte?
-No tienes que pedírmelo dos veces- se metió debajo de las sábanas mientras que yo iba al baño a lavarme la cara y ponerme algo cómodo
Dormíamos juntos todo el tiempo, era algo que se había vuelto costumbre y era bastante reconfortante, amaba despertar cerca de él, me sentía realmente segura. Al volver a la cama, automáticamente su brazo se enganchó en mi cintura haciendo que nuestros cuerpos se unieran mucho más, sonrei ante su tacto y cerré los ojos debido a que ya podía sentir los párpados pesados
-Descansa, chérie- dijo en un susurró
-Tu igual, il mio bambino
(;)
Mi sueño reparador se vio interrumpido por unos toques en la puerta, sabía que ya era más de mediodía pero seguía bastante cansada. Me levanté con cuidado intentando no despertar a Charles quién seguía plácidamente dormido, se removió un poco al no sentir mi cuerpo pegado a su costado pero luego le resto importancia y siguió con su siesta. Caminé hacía la puerta bostezando y al abrirla me encontré con Pierre y Camille, ambos con el ceñó fruncido