Capitulo 25

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Haerin pov:

Abrí la puerta despacio con gran curiosidad, el silencio reinaba en mi hogar. Respiré hondo y con calma, tal parece qué no había pasado nada de lo que me imaginaba.

"¿Desde cuándo Haerin es tú mejor amiga?"-escuché a lo lejos, me cayó un gran peso encima, había creído en milagros muy rápido, me quedé quieta sin cerrar la puerta para evitar hacer hacer ruido.

-Desde qué somos niñas- contestó Minji, a pesar de estar unas cuántas salas más allá podía escuchar perfecto cada palabra. De momento parecía ser una conversación sin otras intenciones, aquello me agradó un poco, sin embargo no pude evitar pensar el cómo habían llegado a ese tema.

"Ya veo... ¿nunca haz sentido algo más por ella? Ya sabes atracción o algo así" -mencionó. Arrugué el ceño y saqué la lengua. Minji era muy atractiva y buena chica pero literalmente crecimos juntas, además es técnicamente mi hermana, nunca la vi con otros ojos.

-Claro que no, la he visto siempre cómo mi hermana- sonreí ante su respuesta, se sentía bien cada que me hacía parte de su familia. A veces por la madrugada vagaba en mis escasos recuerdos cuestionando e imaginando cómo sería si tuviese a mi madre conmigo ¿mi destino sería distinto? ¿Me habría dicho la verdad o seguiría siendo un misterio su romance secreto? -¿Por qué la pregunta?- me concentré nuevamente en la conversación.

"Vaya... estropeaste mi ropa" -respondió cambiando drásticamente la conversación. Aquello llamó mi atención, esperé nerviosa el que Minji volviera a preguntarle sobre el tema, no entendía el porqué pero mi estómago se revolvió un poco y sentía las palpitaciones de mi ansioso corazón en la garganta. Esto no me daba buena espina.

-Estropeo mucha ropa-escuché risas qué formaban eco por la casa.

-Asquerosa- murmuré.

Cogí las llaves haciendo el mayor ruido posible, cerré la puerta de un golpe y subí las escaleras. De cierta forma quería que notaran mi presencia y así se fuera esa chica de mi casa. Por otro lado el qué Minji no le tomara importancia a aquella evasión de pregunta me molestó. Solamente ella mete a cualquier extraña a mi casa cada día y noche para acostarse con ella. Debería regular sus aventuras o simplemente comprarse una casa, la mía ya parece Motel, estoy harta de limpiar las manchas de quién sabe que cosa en mis sillones.

Luego de media hora en mi habitación se abrió la puerta dejándome ver a quién menos me apetecía el día de hoy.

-Llegaste bastante temprano hoy ¿pasó algo?- cerró la puerta tras de sí dándome una mirada de curiosidad.

-No- dije bruscamente-, ahora vete, no me apetece hablar contigo en estos momentos.-El modo en el que me dirigí a ella parecía divertirle, y eso solo hizo que me enfadara más.

-¿Ah sí? ¿Qué traes Kang?- preguntó.

La ignoré y di un mordico al último trozo de manzana que me quedaba.

-Entonces estarás así toda la tarde.-dijo, encogiéndose de hombros.

Miré por la ventana el cielo de un hermoso color rosado, era sin duda uno de los más bonitos que había visto durante toda mi vida, eso hasta que Minji se ubicó tapando mi vista.

-Oye, estoy tratando de ver y comer- Minji respondió con una risa cargada de molestia ante mi actitud, odiaba que la ignoraran y más aún si era a propósito.

-Ya está, amárgate sola- puse los ojos en blanco.

-Bien.-dije sin importancia.

-¿Bien? ¿Eso es todo?-dijo Minji, levantando una ceja.

Until I found Her... | DaerinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora