Until I found Her... | Daerin

Capitulo 11

Minji pov:

-No mamá, ya no hay vuelta atrás-lloraba entre sus brazos. Ella daba suaves caricias en mi cuello y espalda en un intento de consolar. La verdad es qué en brazos de mi madre aún me sentía una pequeña niña de 6 años, era el mismo sentimiento de seguridad, amor y protección. Pero esta vez estaba lastimada y por mucho qué intentara arreglar mis dolencias no podía. Sus besitos, cosquillas y dormir juntas abrazadas ya no repararían mi corazón completamente hecho trizas. Tenía dos opciones, vivir con este dolor permanente fingiendo que todo estaba bien o superarla y seguir adelante esperando algún día amar de la misma forma a otra persona, aunque sabía que era imposible, a ella la amaba desde hace muchos años y no había nadie parecido.

-Sé que duele hija, pero con el pasar del tiempo te irá doliendo menos. Es tú primera decepción amorosa, pero eres muy joven, una niña apuesta, inteligente, fuerte, bella y tienes muchas cualidades que atraerán más pretendientes. Hay muchas personas en el mundo Minji, alguna debe ser ese amor que esperas.

-¿Y si mi corazón la quiere a ella?-cuestioné, de momento era así. No podía sacarme de la cabeza que gritara desesperada sus sentimientos hacía mí. ¿Pero por qué justo ahora?. Mi mamá me dejó unos segundos para ver quién abría la puerta de nuestra casa, al ver esos ojitos felinos supe de quién se trataba. -¡Haerin!-corrí a abrazarla y para mi sorpresa correspondió.

-Me alegro ver qué estás en casa a salvo, si no les molesta traje visitas...-miré por sobre su hombro a una tímida Danielle esperando permiso para entrar.

-Pasa, no tengo problema con qué vengas. Cómo dice mi madre, "mi casa es tú casa"-sonrió de manera tierna y entró a la par con nosotras. Más tarde tendría que interrogar a Haerin sobre este asunto y que había pasado entre ellas en el parque.

-¡Mamá!-mi menor abrazó a mi madre y ambas se apretujaron con felicidad. Danielle parecía confundida ante la situación y me acerqué a ella susurrando.

-Ella es mi mamá, pero cómo Haerin vivió con nosotras desde niña, le dice mamá.- asintió en silencio disfrutando de la escena. -¿Te gusta Haerin?- fui directa al grano. Sus ojos se abrieron enseguida y me jaló a una esquina de la habitación esperando que las otras dos no se dieran cuenta.

-¿Qué clase de pregunta es esa?-estaba nerviosa, lo podía notar es su voz. Sonreí dándole unas palmadas en el hombro.

-Relájate, sólo tengo curiosidad porque desde el primer día he visto la forma en que miras a Haerin, además que sueles sonreír mucho cuándo ella está cerca o la vez de lejos haciendo lo más mínimo. Inclusive te pones nerviosa- alcé mis cejas molestando.

-La verdad sí, me gusta tú amiga. Pero por favor no se lo digas, entiendo que ella no tiene ningún interés en mí, que sólo me ve cómo la tonta extranjera qué cuida por lástima.-negué y le di un golpe leve en el brazo.

-¿Qué estupideces dices?-di una mirada rápida a mi amiga y madre, pero estaban muy ocupadas poniéndose al día.-Haerin no te ve cómo una pobre extranjera, debes ver más allá. Ten fe en tus cualidades y en tú personalidad, eres bonita Danielle, todos lo notan, pero haz que ELLA no quiera dejar de notarte.-aclaré, se quedó pensativa unos segundos y asintió.

-Tienes razón, Kang Haerin va a gustar de mí y será mi esposa- dijo con seguridad. Sonreí, no quería delatar los sentimientos que mi amiga aún no quería admitir por la australiana.

-Me gustaría ser la madrina de los bebés- dije emocionada. -"Tía Minji, mamá Haerin no me deja jugar videojuegos hasta tarde"-imité la voz de un infantil. Nos reímos ante la idea, de hecho si me gustaba esa posibilidad.

-Te prometo que serás la madrina y tía de nuestros hijos. Espero tengan su mirada de gatito, serán tan hermosos. "Very cute"-jalé su brazo a dónde estaba Kang.