Capitulo 4.

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Haerin pov:

Ya habían pasado 4 meses desde la llegada de Danielle, no hablábamos en lo absoluto desde que nos conocimos y eso qué ella se sentaba frente a mí. Hyein era la más entusiasmada con ella, hasta estuvo aprendiendo nuevas frases en inglés para entablar una conversación con Danielle, sin embargo la Australiana se encontraba en su mayoría escuchando música, perdida en creo yo, sus pensamientos.

Un día de estos Minji trajo a la rastra a su amiga "Pham Ngoc Hân" no sin antes aclarar que era preferirle llamarla "Hanni Pham". Por lo poco qué vi es muy lista y amigable, creo que gusta de Minji, pero es demasiado cobarde para decírselo y mi amiga es demasiado tonta para notarlo. Solo había que ver cómo se miraban entre ellas.

Supe qué esta chica "Pham" había llegado hace mucho a Corea. Si bien nos demostró que dominaba a la perfección el inglés, cosa que solo Minji podía hacer hasta ahora. Lograban conversar horas de quién sabe qué cosa, no entendía mucho, pero tampoco me esforzaba en incluirme a la conversación como Hyein.

Estás últimas semanas he notado distinta a la chica australiana, sin contar qué nunca la he visto comer. No obstante me he podido dar cuenta que a veces llega con moretones poco comunes, junto a heridas y una que otra bendita en partes de su cuerpo. Lo qué más me impactó fue cuándo llegó con su brazo envuelto en yeso, todos murmuraban sobre lo que le había sucedido pero nadie sabía con exactitud qué pasaba. Hoy no fue distinto, llegó con un notable moretón en su ojo y una herida en su labio. Se sentó entre quejidos tocado uno de sus costados, al segundo recibí un codazo en mis costillas de parte de mi amiga que con sus ojos me daba indicaciones sobre hablarle a Danielle. No sabía cómo empezar,  así que me negué recibiendo otro codazo de su parte.

-Escuché que es deportista, así como dicen algunos que le gusta el surf. Aunque no creo que por algo así quede en tan mal estado todos los días, la playa estaba muy lejos, deberíamos indagar más, ¿no crees?.-asentí en silencio centrándome en su cuello, habían algunas marcas tras de el con un color rojo intenso, parecían quemaduras, ¿qué le habrá sucedido?. La voz de un grupo de chicos me sacó de mis pensamientos, eran de nuestra clase,los más deportistas, pero también los más insoportables. No entendía el porqué las chicas morían por ellos si en mi  no tan humilde opinión no estaban ni cerca de ser guapos.

-Haerin- miré a mi amiga que me señaló a la australiana salir corriendo del salón. No comprendí ni presté atención al momento en que se había levantado, pero ya me encontraba en los baños escuchando desde la entrada su llanto, acompañado de uno que otro golpe a la puerta. Me acerqué con suavidad y golpeé.

-¿Danielle...?- silencio. Quizás no fue buena idea venir, era su momento a solas y para ser sincera no sabía cómo consolar a alguien. -Escucha yo...- no sabía qué decir. Mis dedos golpeteaban despacio la puerta como si fuese a encontrar alguna respuesta coherente.

-¿También te vas a burlar de mí?, porque si es así mejor vete Haerin, no estoy de humor. - abrí mi boca más nada salió de mí, me estaba esforzando. -Nunca debí haber venido aquí... odio este país, esta puta escuela. La gente de este lugar apesta. Sólo he podido confiar en tres personas y son quienes enserio se han estado esforzando, eso no quiere decir que no extraño mi casa, mi familia, mis amigos, mis lugares favoritos...- expresó y me senté apoyando mi espalda en la puerta.-¿Haz sentido que no encajas en algún lugar?- tardé en responder. -Es claro que no, eres Kang Haerin, la niña presumida, la popular. -soltó sin dejarme hablar.

-No me conoces.- dije jugando con mis manos. De este lado sólo pude oír su risa irónica.

-¿Cómo se supone qué te conozca si me miras cómo todos los demás lo hacen?- me sentí culpable, en parte tenía razón, no había sido cortes en ningún momento con ella.-Ni siquiera te esfuerzas en hablarme, sólo Minji, Hanni y Hyein, pero tú finges que no existo y no entiendo tus motivos. Te molesta mi presencia, suspiras cuándo hablo, cuándo intento hablarte simplemente te paras y te vas.-Suspiré pero esta vez por la culpabilidad y vergüenza, no me había dado cuenta que había estado siendo una idiota.

Until I found Her... | DaerinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora