Capitulo 27

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Danielle pov:

Cuándo le rocé el cuello con los labios, se me desbocó el corazón, y después probé su carne con un lento y tierno beso. Ella miró hacia abajo sorprendida, y entonces su mirada se suavizó al darse cuenta de lo que yo quería.

Inclinó la cabeza hacía abajo y apretó sus labios contra los míos con una delicada dulzura. La calidez de sus labios me recorrió todo el cuerpo hasta los dedos de los pies y la acerqué más a mí. Ahora que habíamos dado el primer paso, no tenía intención de detenerme ahí.

Separé los labios para dejar que la lengua de Haerin se abriera paso hacia la mía.

-Te deseo- dije.
De repente, empezó a besarme más lentamente e intentó separarse. Decidida a acabar lo que había empezado, seguí moviendo la boca contra la suya con más ansiedad. Haerin reaccionó y nuevamente se separó de mí tomando aire.

-Danielle, despierta- la miré confundida y con la respiración agitada, estaba sumamente excitada y ella decidía jugarme bromas.

-No bromees y ven aquí- rodeé su cuello pero de a poco nuestro alrededor se desvanecía y ella repetía una y otra vez que despertara.

-¡DANIELLE!- desperté de golpe sentandome de un salto en mi cama. Seguía agitada y mis mejillas ardían un poco, observé todo a mi alrededor dándome cuenta que estaba completamente sola en mi habitación y que todo lo que había "pasado" había sido otro de mis sueños. El tercero de esta semana para ser exacta. -Oye Dani llevo casi 1 hora llamándote estás...- golpeé una almohada contra la pared en señal de frustración, Hanni no sabía los sueños que estaba teniendo últimamente después de haber visto a Haerin en el hospital. Había pasado casi un mes desde que habíamos interactuado, desde mi primer sueño con ella evitaba encontrármela y ver sus post en instagram o demás redes sociales, sentía que me estaba volviendo loca. -Dios mío estás ardiendo... ¿tienes fiebre?-Tocó mi frente y nerviosa negué.

-No es nada, tuve una pesadilla solamente, necesito ducharme un poco. Por mientras desayuna, bajo en unos instantes.-me cubrí hasta la cintura un poco avergonzada de delatar el contenido de mis sueños, pero ella sólo asintió y salió de mi habitación dejándome sola nuevamente. -Dios mío Danielle... eres una asquerosa-murmuré levantándome hasta el baño. Cuándo me quité la ropa me molesté aún más al darme cuenta qué mis bragas estaban empapadas. -Mierda, otra vez- entré a la ducha sintiendo la calidez del agua en un intento de relajarme.

-¿Dani estás bien?- preguntó la pelinegra con tono de preocupación, me senté a su lado intentando evitar recordar el por qué había despertado de aquella manera, pero para mi mala suerte no podía. Su mirada seguía expectante sobre mí, intenté evadirla más la presión que ejercía no me dejaba comer en paz.

-Tuve una horrible pesadilla Hanni, eso es todo- dije de mal humor recordando un poco de las sensaciones que había experimentado, al instante sentí oleadas de placer en mi abdomen y palpitaciones en mi entre pierna. Esto me incomodó, me levanté casi corriendo al baño -ammmm disculpa, ya vuelvo- corrí hacía el cerrando la puerta con llave. Apoyé mis manos en el lavamanos mirándome al espejo ¿qué estaba sucediéndome? ¿Por qué soñaba esas cosas? Agité mi cabeza desconcertada y luego abrí la llave mojando mi rostro con agua fría. Esperé unos segundos hasta que las sensaciones se desvanecieran.

Volví nuevamente al comedor sentandome a un lado de Hanni, esta vez procurando no pasar vergüenza. Esquivaría el tema a como diera lugar mientras estuviese con ella. Más tarde llamaría a mamá para preguntarle lo que estaba pasándome, pero por el momento debía distraerme para no perder la cabeza.

-Lamento tener que abandonarte pero debo salir, tengo unos asuntos sumamente importantes que atender y no puedo llegar tarde, espero me comprendas.- tomó su chaqueta con prisa y besó mi mejilla apresuradamente sin darme tiempo para preguntar. A paso apresurado desapareció tras la puerta de entrada y quedé sola con mis pensamientos en la mesa. Terminé de desayunar en silencio y más tarde le marqué a mi madre.

Until I found Her... | DaerinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora