Roy Orbison - Love Hurts
—Creo que necesitas mostrar tus atributos, Cárter. De los dos lados, de atrás y adelante. Sobre todo de adelante. ¿Recuerdas que Dagen es versátil? Yo lo recuerdo. Le pedí a un amigo que me explicara eso. No sabía que se podía meter por los...
—¡Leandro! —lo detuve—. Mejor cállate y sigue caminando.
Resopló como un niño enfurruñado y siguió caminando. No conocíamos las calles, pero se sentía seguro. No eran como las calles cerca de la universidad, donde podían robarte el móvil o la mochila. Todo se sentía más cuidado y limpio. Los edificios no eran tan grandes, pero sí limpios y sofisticados. El pavimento estaba limpio y había sombras en todas partes, aunque eso no debía importar porque ya estaba por anochecer.
Cuando pasamos por una calle, las farolas de toda la calle se encendieron. Todas estaban bien y las luces eran de un tono suave y melancólico.
—Valió la pena estar dos horas en el auto —me dijo Leandro mientras veía las calles—. Debí imaginarlo.
Lo miré sin entender.
—Ricos —continuó—. Los que le hicieron la entrevista a Dagen son ricos.
—Yo creo que solo el edificio está aquí —le dije—. La mayoría de los edificios son de trabajo o algo así. No son residencias.
—Bueno, para pagar un edificio aquí para hacer entrevistas en esas páginas seguro están muy bien.
Leandro continuó caminando y yo le seguí. El guardia nos detuvo, pero teníamos en nuestros móviles las invitaciones que Dagen nos había enviado. Bueno, a Leandro le mandó la invitación. Yo estaba con él cuando las recibió y solo tomó mi móvil. Técnicamente no nos había enviado la invitación de la misma forma.
—Debimos traernos a Eric —me dijo—. Nelson cada día está más...
—Intenso —completé por él—. Intentó hablar conmigo —le confesé mientras caminábamos al ascensor.
—¿Qué te dijo?
—Lo de siempre —le respondí cuando entramos al ascensor—. «Ayúdame con Eric —imité la voz de Nelson intentando hacerla muy gruesa y algo tonta—, lo quiero tanto, tengo química con él, tú y yo tenemos química.»
—Qué imbécil. Espero que Eric se dé cuenta de que es un idiota. Aún recuerdo su cara cuando lo vio.
—¿Qué?
—En Año Nuevo, Nelson estaba metiendo su mano en partes que no debería de ese chico al que llevó.
—¿Eric lo vio?
—Por eso dije que recuerdo su cara. Casi se le salen los ojos y después pensé que lloraría. Pero se quedó en silencio y parecía estar en otra parte.
Torcí el gesto al sentir lástima por Eric.
La puerta del ascensor se abrió y salimos. El lugar era muy amplio, parecía un estudio de un artista, con grandes cuadros con dibujos de hombres fuertes, plantas sintéticas, y en la pared colgaban premios que habían ganado por sus reportajes en el ambiente gay.
—Vaya, esto es...
—Espectacular —completó alguien por nosotros, desde atrás, con la voz algo alta y ronca.
Al girar, nos encontramos con un hombre muy gordo con bata negra, tenía el cabello negro con indicios de canas y sostenía una botella de vino en la mano. Nos miró de abajo a arriba, después sonrió.
—Hoy me mandaron unos chicos... que no encargué, pero de los que tampoco podría quejarme —nos dijo con voz sugerente.
Leandro me miró asustado y yo no sabía qué decir.
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El sol que me das
RomanceNadie cree que Cárter es gay, entonces le retan a besar al hermano boxeador de su mejor amigo. Cárter ama la pintura. Él ama el boxeo. Cárter ama sentirse querido. Él empieza a querer a Carter. Cárter no es un chico frágil. Él tiene el corazón...