El secuestro de Emma (+18)

El inicio de una vida que jamás comenzó

Emma Collins

— Deberías darte un rato libre — suelta con algo de molestia y mis ojos le observan con detenimiento en busca de hacerlo entender sin palabras, y.... no funciona

— No todo se trata de trabajo y escuela — agrega y asiento lentamente, aún mirándolo en busca de hacerlo entender, como si estas cosas funcionaran con James, se me escapa un leve resoplido y me acomodo mejor en mi silla antes de hablar

— Debo terminar esto, pretendo ir con mis abuelos mañana y no tendré tiempo después — intento explicar y él sonríe ampliamente

— La excusa de siempre ya es aburrida, inventa algo mas para mi, ¿quieres? — suelta para dejarse caer sobre mi cama

— Pídele a Cassie que te acompañe — digo a voz baja mientras que intento guardar el documento para no cometer la cotidiana idiotez que suelo hacer por despistada, cerrar sin guardar

— Quiero ir contigo — dice de vuelta, un suspiro de frustración retenida se me escapa, giro mi silla y lo veo detenidamente, estoy demasiado cansada como para discutir

— Además, es incómodo todo el asunto de Cassie — agrega cuando decide levantar su cabeza de las almohadas y termina sentándose en una postura despreocupada

— Ese es tu problema, no mío — suelto sin mirarle

— Acompáñame, ¿si? — me anima con algo de tristeza tiñendo su timbre de voz

— James, no puedo — hablo firmemente y él no me mira, solo se dedica a maniobrar un pequeño chojín entre sus manos, dándole vueltas y pasándolo de una palma a la otra

— No me hagas sentir mal — agrego con algo de pesar y un puchero en mi expresión

— De acuerdo, tienes razón — acepta por fin y se levanta para dedicarme una sonrisa sin ganas de labios cerrados

— Salúdalos de mi parte — habla mientras que se levanta y asiento varias veces con una sonrisa
amigable, arroja el cojín entre la sabanas y se acerca hasta mi

— De acuerdo, no interrumpo más tus estudios entonces — dice para soltar alguno golpecitos sutiles en mi cabeza, como si fuera un perro

— Lo compensaré — digo como despedida con la voz elevada

— Ya lo veremos — responde de la misma forma mientras que sale por la puerta y la cierra

— Lo llevaré a Derry's en estos días... — musito para mi misma y vuelvo mi atención a la pantalla, aún tengo dos pendientes por terminar...

[.....]

— Emma, el cliente de la mesa cinco quiere más café... — susurra una de mis compañeras sobre mi hombro, me empuja sutilmente con sus caderas de forma juguetona y se aleja para guiñarme un ojo antes de entrar a la cocina, genial

Ese sujeto no me agrada, ha estado viniendo a la cafetería en las últimas semanas y es bastante insistente en que sea yo quien le atienda

Sus propinas son generosas, pero no compensan en absoluto los malos ratos que me hace pasar, es intimidante y hasta algo parlanchín para mi gusto

Intento sonreír ligeramente y tomo la cafetera para ir hacia la mesa antes mencionada

— ¿Más café? — cuestiono sonriente, pero el sujeto no dice nada, sólo me observa a través de esas gafas de sol

— Si eres tan amable — después de algunos treinta segundos, responde al fin con una sonrisa divertida, de esas sonrisas burlonas que muestran los dientes de quien la posee