Un nuevo plan

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Dos semanas, han pasado dos semanas desde el aborto y he notado un cambio en mi, algo en mi interior

Me siento tan avergonzada y decepcionada de mi misma que comienzo a creer que no soy la persona que creía ser, en algunas ocasiones, necesitamos de ciertas experiencias para encontrarnos a nosotros mismos, y yo, soy una persona horrible

Hendrick no ha venido a la habitación en la que me encuentro y cuando lo veo fuera de ella, ya sea en la sala de estar o en la cocina, termino saliendo del lugar a paso decidido y apresurado, fúrica, molesta e incontenible en ira

En una ocasión, me lo crucé, me puse de pie estando en el comedor y caminé fuera de ahí, él me detuvo del brazo, me dijo que terminara mi cena y forcejeé para ser soltada e increíblemente lo logré y salí de ahí sin siquiera verle a los ojos, sentí que terminaría por encajarle un tenedor entre ceja y ceja

No está por demás decir que mi miedo hacia él sigue latente, aún siento nauseas del pavor cuando escucho su voz, su simple presencia me pone los nervios de punta, pero como dije antes, algo ha cambiado en mi

Mi odio y desagrado superaron mis propias expectativas con respecto a él y me es bastante fácil negarme sin titubear o verle al rostro con molestia sin tener la necesidad de apartar la mirada debido al miedo

Mi paciencia es tan poca que hice callar a Patt mientras que hablaba de su pequeño hijo, "no me interesa oír sobre tu vida", dije y ella se quedó quieta por unos momentos para volver a mirarme, apartar la mirada y seguir cocinando en silencio, lo sé, fui una perra nefasta

Justo ahora, me encuentro en silencio, comiendo lentamente mi cena, no falta mucho para que Hendrick llegue a casa y por alguna razón, no puedo comer más rápido, el hambre comienza a escasear en mi interior, he perdido mucho peso y sé que eso no es beneficioso para mi

— Apresúrate y vete — lo escucho hablar y ruedo los ojos, parece que ha llegado al fin, mas temprano de lo normal para mi mala suerte debo decir

— No te molestes — suelta cuando me alejo de la mesa para ponerme de pie, pero le ignoro, pues me levanto y mi cuerpo se detiene cuando lo veo seguirle los pasos a Hendrick, es ese sujeto, ese tipo de cabello negro y orejas perforadas, el mismo que llegó a la cafetería por primera vez, el primero de ellos en aparecer en mi vida 

— Oh vaya — suelta cuando me mira de pies a cabeza y Hendrick me toma de los hombros para hacerme sentar de nuevo, ni siquiera noté que lo tenía tan cerca, la presencia de este tipo me dejó tan desorbitada que ni siquiera reaccioné ante la cercanía de Hendrick

— Hola hermosa — saluda entusiasta y Hendrick se sienta a mi lado, sólo viéndolo de mala gana, como si fuera un bicho digno de morir, como un ser miraría a su peor enemigo, como si fuera la persona a la cual mas detestara en el mundo 

— Mírate — agrega llamando la atención de mi mirada y me quedo en silencio, sólo mirándole sin mucha alegría, recordando la extraña sensación que su aura desprendía en la cafetería 

— Te vez tan.... — suelta y pasa su vista de mi rostro a mi pecho, — diferente, noto un brillo distinto en tu rostro — continúa cuando corre una silla hacia un lado y se sienta a unos cuantos lugares de mi

Posa sus codos en la mesa y termina por recargar su barbilla sobre sus manos, se queda unos segundos en silencio, observándome fijamente y vuelve a sonreír de forma amplia

— El encierro te sienta bien — prosigue y mi ceño se frunce significativamente ante sus estúpidos comentarios 

— Bueno, ahora que somos familia, me presento — suelta y miro de forma rápida a Hendrick, con fastidio obviamente y una ganas inmensas de pedirle hacer algo al respecto, todo con tal de no escuchar mas a dicho sujeto, que ser tan irritante

El secuestro de Emma (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora