Ella no es tu amiga

773 45 13
                                    

Hendrick Donovan

— Señor Hendrick — llama mi secretaria y observo el teléfono frente a mi para presionar un botón

— Raquel — digo de vuelta y vuelvo mi vista al
computador

— El señor Enzo le busca — responde un tanto apresurada

- Señorita Raquel, ¿podría decirme la única regla que le impuse cuando se volvió mi secretaria? — cuestiono bajando un poco mis lentes y mirando algunos documentos

— Que no hay visitas — responde y se escucha un sutil jadeo de esfuerzo

— Señor, no puede hacer eso — la escucho quejarse y el sonido de un golpe seco me hace fruncir el ceño, espero que ese idiota no esté haciendo lo que creo

— Dile al guardia que lo noquearé si no se aparta de mi camino, viejo, te tengo la información de la chica — la voz de Enzo me hace volver la vista al teléfono y suelto un suspiro, lo sabía...

— Sube — suelto y presiono el botón para colgar, — hmmm... — sale de mis labios cuando recargo mi espalda en el respaldo, mirando al techo con un ligero dolor en el cuello

— Había olvidado a la chica — digo para mí mismo algo que más bien quise pensar

Los minutos pasan y apenas escucho el sonido que emite el elevador al abrir la puerta, froto mis dedos sobre mis ojos, no tengo humor para esto hoy

— De acuerdo — se escucha desde la entrada con bastante animosidad fingida, seguido de la imagen de Enzo, empujando las puertas de cristal sin cuidado alguno

— Lo que pediste — comenta, dejando una carpeta sobre mis manos, justo cuando escribía en mi computador, los hago a un lado de mala gana y le miro de reojo con algo de molestia

— Ábrela — me anima, dejándose caer en la silla frente a mi escritorio, mis ojos van a los papeles que dejó y detengo mis dedos sobre el teclado, mientras más rápido acabe con esto, más rápido se irá

— Emma Elizabeth Collins, diecisiete años, sin madre, el padre está ausente, vive sola con una amiga.. — digo a voz baja conforme reviso la hoja de arriba a abajo

— ¿De preparatoria aún? — cuestiono y Enzo
asienta, es muy joven

— Eso parece — dice con aburrimiento y una pequeña sonrisa se forma en mis labios, tal parece que la situación le molesta

— Está buena — suelto y una sonrisa incrédula se forma en los suyos

— Te conozco y sé por que lo haces, no me interesa viejo — dice y hace un ademán con la mano

— Es una vagina más — agrega y alzo una ceja ante su comentario

— Me la cogeré — suelto con la atención fija en la fotografía de la chica en su uniforme del colegio y cierro la carpeta

— Suerte entonces — suelta y se da la vuelta para abrir la puerta

— Dudo mucho que la convenzas o que puedas acercarte un poco siquiera — agrega para tomar la manija

— No necesito convencerla — digo, Enzo suelta una risa de burla y gira su rostro para verme con diversión mientras que solo le observo

— Si claro, secuestrar y violar a una preparatoriana son cosas que sueles hacer — escupe sarcásticamente y me encojo de hombros

— Mi vida es muy aburrida últimamente — suelto con simpleza y aclara su garganta

— Si tú lo dices — musita como despedida pues sale sin decir nada más

El secuestro de Emma (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora