Quintillizas Vol 2

Una nueva vida I

A las 8 pm del 24 de diciembre, Futaro tenía un contrato que lo mantenía trabajando hasta las 10 pm en la pastelería. Luego planeaba dirigirse a su casa para pasar la Navidad con su familia. A pesar de sus esfuerzos por atraer a la clientela a la pastelería, nadie aparecía, lo que lo hacía sentir que no estaba haciendo un buen trabajo.

"Hace mucho frío y todos me ignoran", comentaba Futaro en su mente.

En ese momento, fue llamado por su jefe, Kósuke, para que dejara de intentar atraer a la clientela y atendiera a las personas que habían entrado. Futaro no entendía por qué debía atender a alguien cuando sabía que no había clientes en ese momento, pero de todos modos decidió hacerlo. Para su sorpresa, se dio cuenta de que estaban las cinco hermanas sentadas y esperándolo.

—¿Cómo demonios ingresaron? —comentó Futaro.

—Vaya, Futaro, felicidades por tu nuevo trabajo —comentó Yotsuba.

—Te acostumbrarás al trabajo duro —comentó Ichika.

—Antes de responder, ¿cómo ingresaron aquí? —preguntó Futaro.

—Entramos por la parte de atrás. Tu jefe nos permitió entrar por ahí.

Pese a mostrar Futaro un enfado, en su interior también encontraba algo de felicidad.

—¿Cómo les fue en el simulacro? —comentó Futaro.

—¿Realmente quieres saber? Me parece que nos regañarás —comentó Nino.

—Solo díganme, por favor.

—Bueno, solo quiero decirte que no pudimos llegar a los 200 puntos, y si necesitamos obtener más de 400 para pasar al final, estamos en aprietos —comentó Nino, dejando a Futaro en estado de shock.

—Bueno, al menos lo intentaron, a diferencia de mí, que no pude hacerlo.

—Ah, sí, ¿cómo es la cárcel? ¿Es cierto que comes ratas como en las películas? —comentó Nino.