Una perfecta mentirosa

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Futaro se encontraba en una habitación desconocida para las chicas. Era hora de dormir, pero antes de que cada una fuera a su propia habitación, decidieron reunirse.

—¡Hermanas! Les traje estos recuerdos —dijo la hermana 5 entregando los amuletos a cada una.

—Vaya, son bonitos —comentó la hermana 1.

—¿Dónde los conseguiste? —preguntó la hermana 2.

—Los encontré en la feria, acompañada de un chico —respondió la hermana 5.

—¿Un chico? Deberíamos estar siempre juntas. Nadie más debe meterse —comentó la hermana 2.

—En realidad, yo también conocí a alguien hoy —dijo la hermana 4.

—Yo también —añadió la hermana 3.

—¡Qué les pasa! Debimos quedarnos juntas

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—¡Qué les pasa! Debimos quedarnos juntas. No entiendo por qué se separaron. Déjenme sola —comentó la hermana 2 retirándose.

—Iré a buscarla —dijo la hermana 1.

—Rápido, si papá nos descubre despiertas, se enojará —advirtió la hermana 5 mientras veía a la hermana 1 dirigirse hacia la hermana 2.

La hermana 1 se sentía mal al ver a la hermana 2 marcharse de esa manera. Siendo la mayor, sentía la responsabilidad de poner orden en las cosas. Además, tenía preocupaciones sobre su carrera futura. A pesar de su corta edad, ya sabía qué profesión quería seguir, aunque no se lo había revelado a sus hermanas. La única que lo sabía era su madre, pero no sabía si sería buena en ello.

Mientras caminaba por la casa en busca de su hermana, notó que una de las luces estaba encendida

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Mientras caminaba por la casa en busca de su hermana, notó que una de las luces estaba encendida. No reconocía la presencia de ningún familiar en ese lugar. Al darse cuenta, encontró a un joven allí.

—¡Hola! ¿Desobedeciste a tu padre? ¿Cómo le mentiste para venir aquí? —dijo el joven.

La chica no sabía quién era él. Le resultaba extraño que alguien tuviera tanta confianza y estuviera en su casa.

—¿Te conozco? —preguntó la chica.

—No te hagas. Sé que me conoces.

—En serio, no sé quién eres.

Quintillizas Vol 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora