Nueva vida | Ayanokoji Kiyotaka

Capítulo #12

Cuando empecé a caminar hacia la ventana, la presencia extra desapareció rápidamente. Pensé en la gran cantidad de posibilidades que podría haber, pero se reducen drásticamente cuando tengo en cuenta que es una persona la que ha aparecido en esta ventana en específico para observarme y no se ha retirado aún viéndome. Sólo podría aferrarme a la remota posibilidad de que quisiera espiar a Fuyuka o a su hermano que sigue sin regresar. Cuando finalmente llego a la ventana y la abro rápidamente, asomo mi cabeza para revisar la pared, el jardín y el techo desde este ángulo, sin embargo no detecto nada.

— Ah... Supongo que en verdad no era nada, tal vez necesite dormir un poco.

Digo mientras doy un suspiro y cierro la ventana después de unos segundos largos.

— !

Por únicamente menos de dos segundos, un tiempo de reacción sorprendente, una entidad se asomó en el techo y retrocedió al comprender que cayó en mi trampa. Cerré la ventana desde afuera, lo que hice fue contemplar desde dónde podría espiarme y noté un pequeño agarre en el que podía sostenerme de pie más o menos a la misma altura. Rápidamente comencé a trepar hasta el techo, pero apenas pude ver cómo se alejaba. Sea quién sea ese sujeto, es bastante rápido y además ha tomado precauciones porque llevaba un traje y una máscara ideal para el espionaje.

Cuando confirmé que ya no tendría sentido permanecer por fuera de la casa, pues lo único que lograría sería llamar la atención, si es que no lo había hecho, volví a entrar a la habitación y cerré la ventana colocando la cortina.

...

El día transcurrió con normalidad, hasta que finalmente llegó la noche y decidí ir a cenar junto con Fuyuka y Azumi. Observé sus interacciones y aparentemente se han reconciliado con éxito. Apenas participé en la conversación, me mantuve observando el desarrollo de la situación mientras pensaba en el futuro cercano. Las pocas veces que mi nombre fue mencionado, fue por parte de Fuyuka. Aprovechó para contarle sobre por qué estoy aquí, cómo nos conocimos y algunos datos irrelevantes de por medio. Algo que se me hizo extraño, es que durante todo el tiempo Azumi estuvo evitando mirarme directamente. Pero supongo que es normal, no cualquiera aceptaría permanecer al lado de quién la utilizó, seguramente me odie o algo por el estilo. Aunque no me importa, mientras no revele nada, puede pensar lo que quiera. 

Al día siguiente, me levanté con cuidado de no despertar a las personas que yacían en las habitaciones contiguas a la mía. Estuvieron durante mucho tiempo hasta altas horas de la madrugada compartiendo sus experiencias y conversando. No tengo mucha información sobre lo que hicieron exactamente porque yo las abandoné después de cenar, pero intuyo que fue algo parecido. Me preparé para salir y me dirigí hacia el trabajo como hago habitualmente, se ha vuelto una rutina y no estoy disgustado con ello. Es una tarea relativamente fácil y mientras pueda ahorrar dinero poco a poco, está bien.

— Buenos días.

— ¡Hey, Kiyotaka!

Ah, sí... Minato comenzó a llamarme por mi nombre directamente, sin honoríficos ni nada. No es que me desagrade completamente, pero siento que se ha tomado mucha confianza. De todos modos, no me afecta en mucho.

Durante todo este tiempo, he podido conocer un poco a los clientes habituales, así como los productos que suelen comprar y de paso, también algunos secretos y chismes por casualidad.

— Serán 14~... Hm... Aquí tiene.

Hay un chico en particular que viene todos los días a la misma hora y compra los mismos productos con ligeros cambios entre día y día. Cuando se acerca a la caja registradora, no mantiene contacto visual ninguno y ofrece el dinero exacto incluso antes de que se le dicte. No me molesta, de hecho diría que es mi tipo de cliente ideal, fácil y rápido de atender.