Nueva vida | Ayanokoji Kiyotaka

Capítulo #1

Me tomo unos segundos para procesar todo lo ocurrido. Después analizo mi entorno y no encuentro a ninguna persona. En mi bolsillo tengo un bolígrafo y la cartera recibida. Valoro mis prioridades y detecto dos importantes: Ocultarme y, ligado a esta, encontrar un lugar en el que vivir provisionalmente.

Miro hacia atrás y observo el parque. Parece que hay varios juegos para niños, algunos un tanto extraños.

¿Es esto lo que usan para entretenerse? — Pienso mientras me siento en una tabla de plástico sujetada por dos cadenas. Tratando de entender cómo funciona, intento moverme hacia los lados. Finalmente descubro que sirve para balancearse.

Está haciendo unos ruidos extraños. — Temiendo romperlo, me levanto y me alejo del lugar.

Camino durante unos minutos por estas calles, ¿será esto la libertad? Pero esa pregunta es contestada casi inmediatamente por gritos provenientes de un callejón. Me acerco sigilosamente hacia allí y detecto a tres sujetos jóvenes aparentemente peligrosos. No... Sólo uno de ellos es el líder, lleva una navaja y es el que está en contacto directo con una de las dos víctimas. Dos chicas de cabello largo y negro, desde la distancia logro ver el rostro de la que está siendo agarrada por las muñecas y destacaría sus ojos azules.

— Uno de los dos, ¡agarrad a la otra!

Cuando el líder da la orden, uno de sus peones camina hacia la otra chica con la intención de agarrarla. Mientras tanto, observo la reacción agresiva de la de ojos azules. Con un rápido movimiento, da una patada contra el líder, pero es detenida por su brazo, provocando que caiga aún inmovilizada en el suelo. La otra chica comienza a correr hacia la otra salida del callejón.

— ¡Lo siento, Fuyu! — Dijo antes de escapar, dándome un dato relevante que memorizar.

La chica inmovilizada abre sus ojos soltando unas lágrimas, pero no puede gritar por tener una mano en su boca a modo de mordaza.

— Vaya, tu amiga te ha traicionado. Supongo que tendrás que complacernos a los tres tú sola. — Dije el sujeto mientras comienza a desvestirla a la fuerza.

La chica comienza a moverse frenéticamente tratando de resistirse mientras muerde la mano del sujeto. Éste saca de nuevo su navaja y la coloca contra el cuello de la chica.

— Si no te resistes, dejaré que te vayas después. Vuelve a morderme y no sales de aquí con vida.

Resignada, pero aún con los ojos abiertos mirando hacia atrás del hombre, deja de resistirse.

— Lo entendiste rápido, así me gusta. Oye Touji, ven aquí tamb~...

Cuando el hombre se gira, ve el cuerpo inconsciente de su compañero. Yo estoy grabando la situación con el teléfono móvil que he robado y entonces comienzan a sonar unas sirenas de policía desde los dos extremos del callejón.

— ¡Mierd~!

Sin dejar que termine de quejarse, noqueo al sujeto con un movimiento rápido después de cortar la grabación. Entonces la chica cubre sus ojos con su brazo y comienza a llorar.

Creo que he encontrado un peón interesante, con esto debería bastar. — Pienso mientras los policías llegan.

...

Durante aproximadamente 2 horas tuve que explicar lo ocurrido, también expliqué que uno de los tres se marchó persiguiendo a la otra chica. Una vez salí de allí, esperé pacientemente cerca de la entrada de la comisaría. Comencé a pensar en que no sólo debería luchar contra los soldados enviados de la White Room, sino que ahora tendría que ocuparme de estos pandilleros si al que escapó se le ocurre avisar.