Ignoré el mensaje y continué espiando el teléfono, tratando de encontrar más datos interesantes. Hoy en día estos dispositivos son una fuente de información casi ilimitada de una persona. Quitarle el teléfono a alguien es como entrar a su casa y sacar foto de todas las habitaciones, pero la casa es la mente de la persona.
Después de un rato, dejé el teléfono a un lado y esperé pacientemente al momento de volver a salir de casa. Comí junto a Fuyuka y de paso solucioné uno de los problemas actuales: No depender de ella para entrar aquí. Por suerte tenía llaves de repuesto.
Ahora debo encontrar algo que hacer mientras no comienzo con mi siguiente movimiento. Decidí seguir jugando con la baraja de cartas de ayer.
— ¿No te cansas de eso? Tengo otro tipo de juegos aquí, ¿te gustaría jugar uno juntos?
Justo cuando terminaba de hacer una torre Eiffel de cartas, la mano de Fuyuka se posó sobre la mesa, provocando que se cayeran. Volveré a intentarlo cuando ella no esté cerca.
— Bien, dime qué tienes.
— ¿Sabes jugar ajedrez? Soy muy buena en eso.
— Sí, sé jugar un poco.
— ¡Genial! Entonces colocaré el tablero y las piezas, te daré ventaja, puedes empezar con las blancas.
...
Llevamos 11 partidas, de las cuales no he perdido ninguna. A medida que iba ganando, ella me hacía empezar con menos piezas. Ahora mismo estoy viendo un mate en 3 movimientos.
— ¡Ah, definitivamente te ganaré ahora!
Se acerca la hora prevista para salir, debo apresurarme a terminar con esto. No se quedará tranquila hasta ganar. Muevo mi dama hacia una posición peligrosa y genero una brecha muy obvia, debería darse cuenta.
— ¡Lo tengo!
Haciendo el movimiento que esperaba, me hace jaque mate rápidamente.
— Genial, ¿ahora ya puedo irme?
— ¿Oh? ¿Te rindes? Entonces el resultado será una victoria para mí.
— ¿Acaso no importan las 11 derrotas de antes?
— Lo importante es ganar al final, ¡nada más importa!
Hm...
Después de despedirme, camino hacia afuera de la casa y camino hacia la ubicación que me indica la aplicación de mapas en el teléfono. Caminé durante unos 3 kilómetros hasta el lugar. Cuando llego observo una apartamento en particular y abro la galería para comprobar si coincide.
Bingo.
Comienzo a caminar alrededor, observando a través de los cristales cualquier rastro de actividad humana. Cuando me aseguro de que no hay nadie, agarro una ganzúa y entro sigilosamente, haciendo parecer a cualquiera que pudiera observar que estaba usando una llave. En el caso de que no me reconocieran como perteneciente del apartamento, traigo puesta una chaqueta con capucha que tomé prestada de la habitación del hermano de Fuyuka.
La puerta se abre y entro con mis sentidos alerta por si hubiera alguien más escondido en el interior. Cuando termino de analizar todas las habitaciones comienzo a hacer los preparativos.
...
Después de aproximadamente dos horas, ya se ha hecho de noche y noto que la puerta principal se está abriendo. Un hombre de una estatura de alrededor de 1.70m, cabello negro, camiseta de tirantes y pantalones vaqueros cierra la puerta a su paso. Camina hasta su habitación lentamente, parece un tanto cansado. Analizo su complexión delgada y su aspecto débil, es perfecto para sacar información.
En cuanto cruza la puerta de la habitación le noqueo fácilmente, después llevo su cuerpo hacia la habitación contigua y lo ato con cinta americana que encontré en la cocina a una silla. Después de un rato, finalmente despierta.
— ¿Por qué no veo nada...? ¡¡AAAAH!!
Antes de que pudiera terminar su oración, disloqué uno de sus dedos. Ahora mismo tiene una toalla atada en su cabeza en forma de venda y sus brazos atados detrás de la silla.
— Nombre y apellido.
— ¿¡De qué estás habland~!? ¡¡AAAH!!
Disloqué otro dedo más.
— Aún se pueden recuperar, te romperé el próximo. Nombre y apellido.
— ¡Minoru! ¡Minoru Inoue!
— Nombre de tu pandilla.
— ¡Soy miembro de los Red Dragons! ¿Es por eso? ¡Si tienes algún problema personal con la banda, háblalo con el líder! ¡Yo sólo estoy dentro porque me prometieron liquidar mis deudas, no soy nadie importante!
Acerté con este hombre.
— No me importa, dame información del líder, su nombre y sus objetivos. Todo lo que sepas.
— ¡T-te juro que no lo conozco! ¡Nunca le he visto!
Comienzo a mover su dedo, amenazándole sin siquiera decir nada.
— ¡No! ¡Em! ¡Vive en el quinto piso de un edificio! Y... ¡Por lo visto tiene una hermana! No conozco su nombre, por favor créeme...
— Es extraño que conozcas su piso, supongo que lo escuchaste de tus compañeros. Dame todos los contactos que tengas.
— ¡Están todos en mi teléfono! ¡La clave es 0728!
— La fecha de nacimiento de tu hermano pequeño, ¿cierto?
— ¿C-cómo...?
— Si no quieres salir perjudicado, no digas nada de lo que pasó aquí. — Digo mientras tomo fotos de los números anotados en su teléfono.
Agarro sus dedos dislocados y los recoloco. Hay que tener precisión para esto, sin previo conocimiento se podría hacer del modo incorrecto.
Desato una de las manos del sujeto y me voy antes de que se pueda liberar.
Llegando a la casa de Fuyuka, agarro las llaves y abro la puerta. Al entrar no la encuentro por ninguna parte, parece que salió a algún lado. Camino hacia la estantería y comienzo a leer los títulos de los libros que hay apilados. Me llama la atención un manga llamado "Shingeki no Kyojin" y agarro el primer tomo.
Comienzo a leer y me imagino el mundo de la historia, comienzo a imaginar una vida detrás de estos muros y... Me suena familiar.
El tiempo pasa rápidamente y me sumerjo en la historia, después comienzo a revisar el resto de libros, dándome cuenta de la diversión que se puede encontrar en este tipo de entretenimiento. Sin embargo, no debo dejar de lado la realidad, así como los objetivos que me he puesto. Ahora debo encontrar una fuente de ingresos estable, mañana saldré a buscar trabajo. También debo vigilar esa pandilla y destruirla desde afuera o desde dentro. Todo mientras me oculto de la organización.
Mientras divago en mi mente, noto un ruido proveniente de la puerta principal. Parece que ha llegado.
— Oh, ¡hola! Salí a tomar un café con un grupo de amigos. Veo que has agarrado uno de mis mangas, ¿qué te parece? — Dice mientras camina hacia el sofá y se sienta a mi lado.
— Estoy bien, pero debo hacerte una pregunta.
— ¿Hm? Dime.
— ¿Conoces un tal "Red Dragons"?
Su resplandeciente sonrisa habitual se disipa y noto un aparente terror emergiendo de sus ojos.
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Nueva vida | Ayanokoji Kiyotaka
Fiksi PenggemarDe manera abrupta e inesperada, Kiyotaka es forzado a abandonar la escuela y escapar hacia la ciudad. Ahora tendrá que utilizar sus habilidades y confiar más que nunca en su capacidad para poder ocultarse de sus perseguidores. - Algunos personajes p...