One shots de SK8 the Infinity

🛹Tadashi🛹

Pedido de Lady-Amaris170

Contexto: te llamas Miuna Himekawa. Tu cabello es negro. Tus ojos son celeste.

Miuna es la esposa de Tadashi. Mantienen una relación un tanto extraña, ya que a éstos no les gusta hablar de su vida privada, por lo que muy pocos saben de su relación. Ambos hacen duelos con el skate. Les gustaba hacer duelos entre ellos aunque sin mostrar ninguna emoción por el otro, cosa que para Tadashi era algo normal debido a que nunca suele mostrar emoción alguna.

En uno de tantos duelos, antes de empezar, escucharon cómo muchos susurros empezaban a oírse de entre la multitud de la gente. Algunos parecían de admiración y otros de preocupación.
Ninguno de los esposos sabía a qué podría deberse eso, y encontraron la respuesta cuando vieron de frente a esa persona.
Adam había interrumpido el duelo, como siempre solía hacerlo con sus entradas triunfantes, y había provocado un revuelo entre los espectadores.
- Vaya, vaya, si son mis dos personas favoritas...los señores Himekawa y Kikuchi...ha pasado un tiempo...
- Qué haces aquí...- dijo Kikuchi.
De repente se dieron cuenta de que Adam no había venido solo, pues llevaba a alguien con él. Alguien...que parecía haber sido traído a la fuerza.
La hija del matrimonio estaba en los brazos de aquél hombre, riendo, ya que no se daba cuenta de la gravedad del asunto.
A ambos los horrorizó. Kikuchi miró a su "amigo" con el ceño fruncido.
La gente miraba expectante la situación, ya que ignoraba por completo que ellos fueran pareja.
- Adam...deja a mi hija...
- Por qué tendría que hacerlo? He venido a ofreceros un trato.
- Tú y tus malditos tratos...- dijo Miuna.
- Venga, mujer, escúchame y calla. Si me ganan este duelo, les devolveré a su hija sana y salva- la gente murmuraba "es su hija?" "Desde cuándo tienen una hija?" "Están casados?"- en cambio, si pierden, me la llevaré y no la volverán a ver nunca.
- Eso no pasará!- gritó Miuna.
- Ya veremos. La carrera decidirá, lindura.

Por suerte para la pareja, ambos patinaban bastante bien, por lo que no tendrían demasiados problemas. Gracias a Kikuchi, Miuna conocía todos los trucos de Adam y sabía cómo revertirlos.
La carrera empezó, y Adam salió a toda pastilla.
La pareja salió tras él aunque algo menos rápido, pero lo suficiente como para alcanzarlo en menos de dos minutos. Adam pretendía ganar a toda costa, pero la pareja no lo dejaría ir tan fácilmente. Miuna era la que más cerca estaba de Adam, y trataba de arrebatarle a su hija pero sin éxito.
- Devuélveme a mi hija, descarado!
- Si me ganas obtendrás tu premio, querida.
- Que mi hija no es un trofeo, estúpido! Es MI HIJA!
- Nuestra hija!- añadió Kikuchi.
- Ambos parecen muy decididos estar con ella. Veamos cómo se esfuerzan por ella.
- Por última vez...mi hija no es un maldito trofeo!

Lograron ganar a Adam y Miuna le arrebató a su hija.
- Estás bien mi amor...?
- Eres increíble mami! Nunca te había visto hacer esas cosas! Quiero que me enseñes!
Miuna sonrió y le entregó a la niña a su padre.
- Será mejor que evites que mire...no debería verlo...
- Está bien...

La chica se dirigió a Adam estando muy enojada.
- Las vas a pagar caro por tomar algo que no te pertenece. La pequeña podría haber caído y hacerse mucho daño. Podría haber muerto, idiota! En qué estabas pensando?!
- Quería divertirme!
- Muy bien, pues ahora me divertiré yo!- dijo muy muy enojada.
Empezó a golpear e insultar a Adam.

Luego de todo eso, se convirtieron en el centro de atención de todo el mundo. Le preguntaron que desde cuándo tenían una hija, desde cuándo eran pareja, etc. Trataban de evitar a toda costa a la gente y mantenerse lo más alejados posible de ellos, aunque ya se habían visto venir esa posibilidad de la fama repentina. De Adam no se volvió a saber nada más durante algún tiempo, pero a la pareja lo único que le importaba era la seguridad y protección de su pequeña niña.