Era una fresca tarde de mediados de otoño. Una pequeña de cabello oscuro venía corriendo de los brazos de su mami alfa, cuando Nayeon la tomó en brazos y ésta se rascó el ojo derecho antes de dar un gran bostezo de león bebé.
—Ma, ¿puedes llevar a Minji a dormir una siesta? Este cachorro no parece desear soltarme... —Se rió Ryujin entre dientes viendo a su pequeño recién nacido alimentándose en sus brazos y a su alfa Chaeryeong tomando un lugar a su lado.
—Claro cariño. Ven mi princesa, es hora de tomar una siesta tu y yo —Le festejó la dichosa abuela omega tomando a la pequeña en brazos y dirigiéndose a una recámara especial de la casa que era solo para la pequeña Minji, su nieta mayor.
—Abue, ¿me cuentas un cuento antes de dormir? —Musitó la cachorra de cinco años, entusiasmada con la idea.
Nayeon la miró de reojo, sabía para qué dirección iba aquello y nunca le disgustaba la idea de rememorar.
—Claro que sí pequeña, tu dime cual historia quieres oír... —Arropándola.
La niña extendió su tierna sonrisa con encías y dijo ya de memoria como las tantas anteriores veces.
—La de la hermosa omega y la guapa alfa que tenían dos niñas traviesas que querían que se casen, anda abue cuentame esa historia por favor... —Suplicó con esa belleza de ojos que traía.
—Por supuesto que sí mi pequeña niña... —Suspiró haciendo ejercicios mentales para recordar con claridad —Una noche muy fresca de otoño, una niña muuuuy traviesa llamada Yuna...
—¡Como mi tía Yuna! —Comentó la pequeña Minji haciendo reír a su abuela.
—Como tu tía Yuna, le pidió a su madre que preparara galletas para galardonar a su maestra de curso que se despedía para irse muuuy lejos...
—¿Y a donde se iba? —preguntó la pequeña volviendo a interrumpirla con ansiedad en su mirada.
—Se iba a un país que está hasta el extremo derecho de nuestro continente llamado Japón... —La niña la miraba con entusiasmo e interés. —Entonces, con mucho cansancio, esa mamá se tuvo que levantar para ir de compras, porque no había ingredientes ¿tu crees? —Le dió un beso en su tierna nariz y la niña se rió —Muy fatigada, esa pobre mamá omega se fue de compras con pijama debajo del tapado, sin imaginarse que aquella noche se cruzaría con esa bellísima niña que se llamaba Ryujin...
—¡Como mi mamá! —Nayeon la acomodó sobre su pecho.
—Exactamente. La niña era la mejor amiga de su hija, y mediante ella, conocería a una alfa que le cambiaría la vida por completo... —Abrazó Nayeon las palabras con todo el encanto de aquella historia.
Luego de un rato de hablar sin interrupciones, Nayeon suspiró sonriendo al ver a la pequeña dormida y a su esposa apoyada sobre el marco de la puerta que observaba en silencio.
Nayeon cubrió con delicadeza a la pequeña Minji y le dejó un suave beso sobre la frentecita antes de salir de la habitación, sin ignorar que era acompañada por la intensa mirada de su alfa. Una vez estuvieron junto al pasillo, fuera de la habitación, la alta mujer que la miraba con adoración un segundo atrás, la rodeaba con sus brazos.
—Esa historia con cada visita se pone más interesante... —Ronroneó junto a su cuello, una vez había rodeado a su omega con sus brazos.
—Es la favorita de la niña —Se justificó innecesariamente.
—¿Asique te cambié la vida? —Musitó, sonriéndole y fingiendo ser presumida, cuando lo que sentía era una profunda adoración. La omega se abrazó a ella con más fuerza y asintió sin pensarlo dos veces.
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𝑭𝒂𝒍𝒍 𝑰𝒏 𝑳𝒐𝒗𝒆 ❈ [2Yeon] G!p
Fanfiction"-Mami, ¿has pensado en casarte alguna vez? -Preguntó aquella cachorra de hermosos ojos almendrados y oscuros. Im Nayeon no lo había pensado antes. Compartir su vida con un alfa era una experiencia que nunca consideró y en esa etapa de su vida no la...