HEREDERA DE LEONES

V.El Camino Real

-Así que te irás detrás de Eliana como un perrito faldero- comentó Jon,que estaba montado sobre su caballo negro junto a su medio hermano Robb, quien no apartaba la vista de la lejana chica que cabalgaba y compartía anecdotas con Ser Barristan Selmy, cuando se alejaron lo suficiente de Invernalia con la comitiva del rey y su padre por el Camino Real.

-Cueste lo que cueste, haré que su padre acceda a casarme con ella. La convertiré en mi Reina del Norte. Esa chica...Es única.

-Buena suerte intentando convencer a Tywin Lannister, hermano. Vas a necesitar mucha. No creo que quiera dejar escapar a la única persona que puede seguir su linaje.

-He de intentarlo,Jon ¿No lo harías por nadie como esa mujer? He visto como la miras.

Eso último puso nervioso al bastardo ¿Su hermano estaba celoso de él? Por como sonaba, a simple vista parecía que sí.

-Lo haría por ella-se limitó a decir- Hemos entablado varias conversaciones desde que llegó y me he dado cuenta que no es como las otras. Es ¿Como decirlo? Especial.

-Por supuesto que lo es. Solo un ciego no lograría verlo. Y por eso mismo tengo que ir al Oeste. Tengo que hablar y convencerlo para que me dé la mano de su hija y así hacerle ver que puedo cuidarla y protegerla mejor de lo que Tywin Lannister podrá hacerlo jamás.

-O quizá ella te protega a ti, Robb.- eso solo lo dijo para pincharlo y dio resultado- De ser tú, le entregaría una ofrenda. No me gustaría llegar con las manos vacías al territorio del León de Poniente.

-Lo haré, no te preocupes por eso, tengo todo previsto.

-Y...¿Hablaste con tu madre sobre el tema?- Al mencionarlo, Robb recordó como fueron las cosas en la habitación de Bran y lo descortés que fue Catelyn con la sureña.

-Lo sabe. Ambos lo saben. Padre está en completo acuerdo con la condición de regresar al Norte con o sin ella.

-Entonces lo único que me queda es desearte suerte. Algún día querré ver a esa leona de oro convertida en una loba norteña.

***

Sabía que Jon y Robb hablaban de ella, pero la joven dama no prestaba atención a los balbuceos que llegaban a sus oidos. Ahora mismo solo tenía oidos para las intrigantes historias que el Lord Comandante le contaba sobre batallas de antaño como fue la Rebelión de Robbert en el Tridente. Por otra parte, su mente se vio nuevamente expuesta a la charla que tuvo con Cersei antes de salir de aquella gélida fortaleza en la que habían convivido con los Stark durante una semana.

<< La reina y su hermana se encontraban alrededor de la mesa de los aposentos de Elia tomando una copa de vino. Cersei estaba alterada y la joven lo sabía por el tono que usaba al hablarle.

-¡Sabía que aceptaría! Sabía que ese norteño no iba a negarse!

-Cersei, por la madre que nos parió,¿ podrías bajar la voz? Llevo días con dolor de cabeza para que vengas a gritarme- La chica se encontraba sujetando la copa mientras hacía lo posible por tranquilizar los nervios de su hermana.

-No comprendo como puedes estar tan tranquila. Ese Stark solo querrá saber que le había ocurrido a su amado maestro Jon Arryn, y ahí es donde nuestra Casa caerá. Hará que su amigo, ese gordo beodo que tenemos como rey, nos corte la cabeza y las clave en una pica a los ojos de todos. La mía; la Jaime; incluso a ti también te espera una.