Eliana supuso desde el primer momento cual sería el destino de descanso de su rey. Aquel lugar formado por claros de verde primavera y pequeños montículos a pocos metros de ellos que otrara fue el mismo sitio en el que se continuó una batalla, aquella en la que Rhaegar Targaryen murió asesinado por el hombre que se sienta ahora en el Trono de Hierro. Y el mismo que dio fin a la dinastía de la Casa del Dragón.
La Lannister avisó a su joven lobo que aquel día no estaría para él, porque quería pensar y estar sola para planear sus próximos movimientos. La incertidumbre la invadía tras descabalgar y comenzar a buscar su tienda cuando un hombre la empujó y de igual forma la derribó hasta hacerla caer al sucio suelo.
-¡Por los dioses! Cuanto lo siento- habló un hombre de buena masa corporal acumulada en el estómago. Tenía el pelo negro con algunas canas y sus vestimentas lo delataban: Servía a la Casa Stark. Cuando Eliana estuvo en pie, aún agarrada del brazo por ese hombre lo apartó al tironear de su cuerpo hacia ella- ¿Os encontráis bien, mi señora?
Ella lo fulminó con la mirada, analizando cada parte del vasallo de Ned Stark.
-Sois Tom ¿Es así como os llamais? Tom, el Gordo- preguntó la joven, esperando una respuesta al segundo que ella formuló la pregunta. Tom asintiendo- Bien. Escuchadme. He estado hasta ahora la mar de bien hasta que vos os habéis puesto en medio y me habéis hecho caer, con lo cual ahora mis prendas están manchadas de barro y me obligaréis a cambiarme. No quiero veros, ni a vos ni a tu corpulento vientre en lo que queda de tarde ¿Os ha quedado claro?- y tras pronunciar esa orden con voz autoritaria, Tom salió de allí hasta perderse de vista.
Vio a lo lejos como Sansa y su odioso sobrino Joffrey se alejaban del campamento que habían levantado junto a Foso Cailin, donde el señor de esas tierras les permitió usar los alojamientos que desearan al ser fiel a los Stark al igual que ellos eran a su rey. . Robert decidió usar la sala principal como "sala de reuniones" para los asuntos venideros en la capital.
Elia ignoró las sonrisas tontas que su amiga le lanzaba al príncipe antes de atar a su loba huargo cuyo nombre era Dama, para caminar por las cercanías. Entró a su tienda y allí comenzó a cambiarse sus prendas elegantes por unas menos pulcras como era la vestimenta que ella misma se había cosido para caminar por las calles de Desembarco sin ser descubierta por nadie. Con ella parecía una simple joven de baja cuna, cosa que le ayudó mucho a la hora de escapar de los guardias de su hermana. Eliana se soltó las finas trenzas que llevaba y dejó que su pelo cayera con ondas naturales sobre sus hombros para después tomar un libro y caminar hacia una colina donde se sentó sobre el prado, cargando su espalda sobre el tronco de un pino. En el llano pudo ver a dos muchachos jugando con unos palos, haciéndolos ver como espadas. Una de ellas era Arya Stark y el otro no supo decir quien era, tampoco es que le importase mucho. Supuso con evidencia que solo era un simple muchacho de baja cuna, hijo de algún mercader o de quien fuera. Rodó los ojos con aburrimiento, al fin de cuentas eran unos críos jugando. Así que se dispuso a leer, pero no por mucho tiempo.
Su asqueroso sobrino y la hermana de Arya habían aparecido justo cuando el joven acompañante de la niña Stark le pegó en el hombro al no estar atenta. Eliana lo sabía, pero Sansa y Joffrey dudaba que no.
Con un quejido de molestia, tuvo que enderezarse. Sabía de buena tinta que tenía que intervenir antes de que el imbécil que tenía su hermana como hijo hiciera algo estúpido frente a los ojos de las niñas Stark.
Dejó el libro a pie del árbol en el que estaba tan bien placentera y comenzó a bajar la colina a paso ligero, siempre mirando los movimientos de los jóvenes. Joffrey comenzó a cortar la mejilla del chico y Arya comenzó a apalearlo. Escuchaba los gritos del rubio, llamando zorra a la castaña y prometiendo que la iba a matar. Después también se le unieron los de Sansa, cuando la chica Lannister, vestida con telas de algodón, llegó a donde ellos. Agarró del brazo a su amiga, intentando de una forma u otra que se fuera de allí para que no viera lo que podría pasar a continuación. Sansa no quiso hacerlo, más cuando el lobo de Arya, Nymeria, mordió el brazo de Joffrey, el cual cayó al suelo. Derrotado y atemorizado cuando la Stark tomó su espada y le apuntó con ella.
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HEREDERA DE LEONES
Fiksi PenggemarOtra jugadora más da acto de presencia en el reino. La guerra entre las Casas más poderosas es inminente. Lannister contra Stark en un mortífero Juego de Tronos con la participación de otras Casas nobles que harán mella en ambos: Las traiciones, los...