Naruto The Gamer

Capitulo 16: 1 Uzumaki, 3 Inuzukas

Ni Naruto ni cualquier otro personaje de anime/manga que aparezca es de mí propiedad, sino sería asquerosamente rico, lo único mio es este fanfic y los personajes que yo cree.

Avisen cualquier sinsentido en la redacción que cuando escribo con el celular el autocorrector jode bastante. Y a veces me da pereza darle una segunda mirada para buscar los errores ortograficos.

Disfruten el cap.

...

Hana había estado teniendo un día bastante normal, acaba de regresar de una misión de escolta por lo que tenía un par de días libres que decidió usar para ayudar en una de las clínicas veterinarias del clan.

Cómo aún es una aprendiz, suele hacer cosas simples, reponer suministros, alimentar algunos animales, ver al veterinario trabajar para así aprender de él.

Su turno estaba por terminar y ella estaba en recepción, el veterinario encargado había salido a hacer unas compras, ya que estaba siendo un día tranquilo, dejándola a ella "a cargo" lo cual era divertido teniendo en cuenta que era la única en el lugar.

El tintineo de la campana llamo su atención del libro de medicina canina que estaba leyendo, al mismo tiempo el tenue aroma a sangre exudado por el niño que entró llego a su nariz, preocupándola, sobre todo al reconocer al niño.

-Naruto? Estás bien? Te lastimaste?- Naruto sonrió ante el tono preocupado de la hermana de Kiba.

-Estoy bien, podrías revisarlos?- Pregunto dejando a los cachorros en el mostrador ante una sorprendida Hana.

-Lobeznos? Donde los encontraste?- Pregunto inmediatamente evaluando a las crías, parecían haberse dormido del agotamiento, no podían tener más de una semana de vida así que tendría que buscar una fórmula de leche que le proporcione los nutrientes necesarios.

-Encontré la manada en el bosque- La mirada de Hana inmediatamente se centró en el niño.

-Manada? Acaso los robaste?- Eso era preocupante, si la manada buscaba a las crías podrían terminar lastimando a algunos civiles.

-No... Prefiero no hablar de eso- Hana iba a refutar pero noto como Naruto sujetaba su brazo vendado, y, dando una segunda mirada, noto el tono pálido en su piel y el ligero temblor en dicho brazo, además de que al estar más cerca pudo notar unas manchas de lo que suponía que era sangre en su camisa, además de que el tenue aroma a sangre no solo era de él.

-Naruto, tú... Acabaste con una manada entera?- El niño asintió mirando a los lobeznos y Hana entendió, se sentía mal con el hecho de haber acabado con la familia de los cachorros, una pequeña sonrisa apareció en su rostro -Estos pequeños están bien, necesitarán algo de alimento al despertar, por otro lado, creo que lo mejor sería darte una mirada a ti- Naruto la miro confundido.

-Creí que esto era una clínica veterinaria-

-Tengo algo de conocimiento para humanos también, solo voy a mirar tus heridas y no está sujeto a discusión- Naruto iba a refutar pero los ojos de Hana tenían el mismo brillo que los de Kiba cuando quería desafiarlo a algo, mentalmente, estaba demasiado cansado para discutir por lo que dejó que la Inuzuka mayor lo guiará hasta la parte de atrás, lo sentó en una mesa donde él supuso que atendían a los animales que traían, un pensamiento que trajo una mueca a su rostro, pero lo olvido cuando Hana volvió con los cachorros y los dejo encima de un cojín, la Inuzuka luego tomo una lámpara y la prendió sobre ellos -Esto les dará un poco más de calor- Dijo ella antes de caminar hacia un botiquín en la pared a la derecha de Naruto.

-Puedes quitarte la camisa solo?- Pregunto, siendo considerada por su brazo vendado, pero Naruto solo asintió y se la saco sin problemas.

Hana tuvo que controlar su expresión facial para no hacer una mueca al ver el vendaje pobremente aplicado alrededor del torso de Naruto, claramente su brazo herido había sido un problema a la hora de hacerlo, la sangre que mancho su camisa se había filtrado por unas pequeñas aberturas en sus vendas. Con cuidado retiro el vendaje de su torso, tratando de no causar más daño al niño, pero Naruto ni siquiera hizo una mueca, de hecho no le estaba prestando atención, sino que estaba mirando a los cachorros dormidos, Hana luego tomo unas pequeñas pinzas con algodón y lo remojo en alcohol, pasándolo sobre las zonas con mayor concentración de sangre, de nuevo sin obtener una respuesta del niño, no sabía si alegrarse o preocuparse teniendo en cuenta que su hermano menor aún se quejaba cuando aplicaba alcohol a los raspones que se hacía con el entrenamiento de su madre.