Bien esta dicho que Park Jimin es de los omegas el mas bello de todo Busan, pero las malas lenguas informan también que con un buen botín de varios ceros para aumentar la cuenta bancaria de su familia es fácil de conseguir.
No era ni medio día cuando el chiquillo observaba con tristeza su alrededor, aquel lujoso hotel estaba pagado hasta las dos de la tarde, gracia a la vida, su labor había terminado antes y el hombre que le había acompañado la noche anterior se había marchado dejando el dinero en el maletín que reposaban a su lado. Desdichado lo abrió para asegurarse de que todo estuviera bien y una vez que la tranquilidad volvió a su cuerpo se levanto cubriendo la desnudez con las sabanas en la que su buen nombre se iban un poco más al precipicio.
Fingía no interesarle lo que se hablaban de él, pero era difícil.
Luego de un buen baño; cubrir su aroma con los suficientes neutralizadores en rociador que mitigaban el olor a alfa, decidió salir; fue rápido, pues esa rutina había sido de todos los fines de semana, desde su cumpleaños 18 hasta ese día en el que lo 25 brillaban para él.
Como era habitual, el hotel era costoso y elegante, por lo mismo cuando salió del ascensor todas las miradas recayeron sobre su persona, nada raro, estaba acostumbrado a los cuchicheos, a las miradas de asco que algunos y algunas omegas le daban, también a la forma en la que los alfas o betas le miraban. Se sentía como un objeto, pero para esa fecha, ya estaba seguro de que lo era.
Para Jimin fue una eternidad lograr salir de aquel lugar y una vez fuera diviso el lujoso vehículo de su familia, aparcado, esperándole como los otros días.
Subió al auto ante la atenta mirada del ocupante de este, el cual solo espero a que colocará el cinturón para marcharse.
— ¿Lo contaste? —. Pregunto el hermano del joven, un alfa de buena apariencia, rastros similares al chico, pero un poco toscos.
— 20.000 dólares ¿Qué iba a contar yo esa cantidad? No se supone que la contaste tú antes de venir—. Y es que así era el protocolo. Jimin no era el primero en verse con su comprador, si no su hermano o padre, quienes contaban el dinero, pero no lo recibían, ya que este era dado a Jimin al acabar su tarea.
— Exacto, pero hubiese sido mejor que la volvieras contar—.
— Estoy cansado Dan—Dio la queja sintiendo el auto frenar y el maletín serle quitado de las manos.
— Más te vale que este completo o papá va a enfurecer—
— Yo cumplo la parte del trato, ustedes deben de asegurarse de esos detalles—. El hombre se quejaría de su comentario, pero Jimin simplemente giro su cuerpo dejando toda su atención en la ventanilla para ignorarlo así, tampoco era como que necesitase hablar, la verdad nunca lo hacían.
Vivían en una buena casa en uno de los mejores barrios de Busan, su familia era reconocida principalmente por Jimin y su manera de conseguir el dinero, el cual, tenían, pues las buenas inversiones de la cabeza del hogar le daban una distinguida posición en una sociedad que lo aborrecía y de la cual Jimin siempre era comentario a causa de su "profesión"
Al llegar al gran lugar, con rejas oscuras de metal, el jardín simplemente y minimalista se dio afán para bajar del vehículo y entrar por la puerta de igual material que las de afuera, aunque el lugar era hermoso a Jimin le parecía una jaula y lo era.
— No contó el dinero—. Jimin escucho la queja de su hermano una vez en la gran sala donde su padre estaba, sentado en el sofá, fumando aquel puro maloliente.
— ¿De verdad? — . Pregunto el hombre y Jimin simplemente cruza sus brazos levantando la ceja para mirar al chico a su lado.
— Patético ¿Crees que no lo conté? Esta completo 20.000, ahora subiré—. Iba a hacerlo, pero entonces su padre se levantó mostrándole al joven que no podía dejar el lugar.
ESTÁS LEYENDO
Mordida de un omega (Yoonmin)
أدب الهواةEn un mundo clasificado por especies Jimin, un omega con belleza inigualable existe, pero lo que es deseado por muchos se ha convertido en su maldición. Preso del dinero y su buena cara ha sido catalogado como el omega mas bello de su ciudad, pero t...