LATIDOS

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Tengo latidos que ocultan muchos secretos y tantas cosas más que jamás saldrán a la luz. Hay recuerdos guardados dentro de mi memoria y otros incrustados profundamente en mi corazón. Y es que si estos secretos salen, muchos serán los heridos, y no quiero eso. Mi día a día no siempre está lleno de flores y arcoíris; me estreso y me enojo mucho, pero aun así sigo adelante. Como dijo alguien una vez, "los que más nos critican son los que más suelen admirarnos". A veces miro al cielo, las estrellas y la luna, y pienso, deseando en un profundo silencio en mi corazón, que el mundo cambie. Y sé que si yo no cambio, el mundo tampoco lo hará, porque el cambio empieza por uno mismo. Cada día me esfuerzo en aprender más sobre la vida y sé que una acción mía dice más que mil palabras.

Sin embargo, no puedo ignorar la carga que llevan esos latidos, el peso de los secretos que guardo con tanto cuidado. Esos secretos son como sombras que me siguen, y aunque a veces quisiera compartirlos, sé que hacerlo tendría consecuencias que no estoy dispuesta a enfrentar. Aprendí a vivir con ellos, a dejarlos reposar en lo más profundo de mi ser, y a buscar paz en medio de la tormenta interna que a veces generan. Porque, al final del día, proteger a los demás del dolor es una responsabilidad que asumo con fuerza y determinación.

Aun así, en medio de todo esto, busco la manera de transformar esas sombras en luz, de convertir esos secretos en sabiduría y crecimiento personal. Sé que cada experiencia, por más dolorosa que sea, tiene algo que enseñarme. Así que en lugar de dejar que esos secretos me consuman, los utilizo como impulso para seguir adelante, para ser más fuerte y más sabia. Porque aunque mis latidos guarden misterios, también son el ritmo que me guía hacia un futuro mejor, donde mis acciones reflejan mi deseo de cambiar, no solo mi vida, sino también el mundo que me rodea.

𝐅𝐫𝐚𝐠𝐦𝐞𝐧𝐭𝐨𝐬 𝐃𝐞𝐥 𝐀𝐥𝐦𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora