QUERIDO TÚ

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Querido tú, dejaste un hueco profundo en mí, un vacío que resuena con ecos de lo que fuiste. Dejaste cada huella de ti, marcada como tinta indeleble en mi piel, en mi alma. Dejaste promesas que se desvanecieron en el viento, fragmentos de una historia que nunca llegó a completarse. Muchos desearían un regreso, un intento de revivir lo que fue. Pero yo te digo, no, mejor no regreses a buscar esas cosas que una vez fueron tuyas, porque aunque las dejaste, yo las arrojé al abismo más profundo, ese abismo donde solo tú habitas, donde cada tristeza, cada dolor, cada rastro de ti se quedó para no volver nunca.

Ese abismo es tu tumba en mi memoria, un lugar donde ya no hay espacio para lo que pudo ser. Allí guardé los restos de nuestro pasado, cubiertos por las sombras de un amor que se apagó. No intentes rescatar lo que se ha hundido, no intentes desenterrar lo que ya no puede respirar. Las promesas rotas se convirtieron en polvo, y ese polvo se fundió con la oscuridad que ahora es parte de mí. Tu ausencia se convirtió en mi fortaleza, y ese hueco que dejaste se llenó con mi propia luz.

Pero incluso en la oscuridad de ese abismo, encuentro destellos de lo que una vez fue. No los busco, pero a veces, cuando cierro los ojos, veo la chispa de lo que alguna vez encendiste en mí. Sin embargo, esa chispa ya no arde con el mismo calor. Es un fuego que ahora ilumina el camino hacia mi propia libertad, hacia un futuro que no te incluye. La tinta indeleble que dejaste en mí se convirtió en poesía, en versos que cuentan mi historia de redención.

Así que querido tú, quédate en ese abismo donde te encerré. No te preocupes por mí, porque ya no eres la sombra que oscurece mi sol. Ahora, soy yo quien dibuja nuevas huellas, quien escribe nuevas promesas, esta vez para mí misma. Y mientras tú te desvanezcas en la profundidad de lo que una vez fuimos, yo continuaré ascendiendo, libre de la carga que un día llevé.

𝐅𝐫𝐚𝐠𝐦𝐞𝐧𝐭𝐨𝐬 𝐃𝐞𝐥 𝐀𝐥𝐦𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora