Jungkook se adentraba en la noche, sintiendo cómo el frío penetraba en sus huesos mientras caminaba lejos de la cápsula y sus tripulantes. La brisa fresca y los extraños sonidos nocturnos del planeta llenaban el aire, pero esa noche, ninguna maravilla natural podía calmar la tormenta que se desataba en su interior. Se adentró más en el paisaje desconocido, lejos de cualquier mirada indiscreta, necesitaba privacidad para enfrentar los demonios que lo acosaban.
La traición que había cometido pesaba como una losa en su pecho, pero sentía que no tenía otra opción. Su encuentro con Jimin había sido un giro inesperado en su vida, un amor que nunca había imaginado en su mundo moribundo. Pero también sabía que debía proteger a su pueblo, a su gente que dependía de la ambrosía, la misteriosa fruta que los humanos habían descubierto y que podría cambiar el destino de su planeta.
Mientras caminaba, Jimin emergió de las sombras, siguiendo en silencio a Jungkook sin que éste se diera cuenta. Sabía que su oído era excepcionalmente bueno, pero por su agitación y falta de concentración, le estaba costando trabajo captar los sonidos a su alrededor con claridad. El corazón de Jimin latía con fuerza, lleno de incertidumbre. Había sentido que algo andaba mal desde hace un tiempo, pero no podía imaginar la verdad que estaba a punto de descubrir.
Jungkook se detuvo en un claro, mirando hacia arriba al cielo estrellado. Sus labios murmuraron palabras que no llegaron a los oídos de Jimin, pero su expresión estaba llena de angustia y conflicto. Jimin decidió acercarse un poco más, quería saber lo que estaba pasando por la mente de Jungkook.
Antes de que pudiera hacerlo, Jungkook se dio cuenta de su presencia y se volvió hacia él, sorprendido.
— Jimin, ¿qué estás haciendo aquí?
Jimin no respondió de inmediato, en su lugar, siguió avanzando hacia Jungkook, mirándolo fijamente con una mezcla de confusión y preocupación en sus ojos. Se acercó lo suficiente como para que no pudieran escapar el uno del otro.
— Jungkook, ¿qué estás tramando? — Preguntó Jimin, su voz llena de tensión—. Te he estado siguiendo desde hace un tiempo, te has estado comportando extraño todo el día y te conozco lo suficiente como para saber que algo te ha estado atormentando, ¿qué demonios te pasa?
Jungkook tragó saliva, sintiéndose atrapado. No quería que Jimin descubriera sus intenciones, pero tampoco podía mentirle directamente.
— No puedo decirte, Jimin. No es algo que debas saber.
Jimin frunció el ceño, su mirada se volvió intensa.
— No me hagas esto, Jungkook. He confiado en ti, te quiero, y ahora siento que estás ocultando algo importante. ¿Qué está pasando?
Jungkook desvió la mirada, incapaz de sostener la intensidad en los ojos de Jimin. Sabía que no podía seguir mintiendo, no cuando Jimin lo miraba de esa manera, con sus sentimientos al descubierto. Estaba siendo un idiota por caer en las redes de un humano, le habían advertido cientos de veces que no podía aferrarse así a una especie avariciosa que solamente deseaba destruir cada cosa a su paso, pero Jimin era diferente y ahora era él quien se sentía como un ser destructivo.
Finalmente, Jungkook se rompió. Las lágrimas llenaron sus ojos mientras confesaba la verdad.
— Lo siento, Jimin. No puedo permitir que se lleven la ambrosía. Mi pueblo depende de ella, y yo… yo saboteé la comunicación con la Tierra para evitarlo. No quería lastimarte, pero tenía que proteger a mi gente.
Jimin retrocedió, atónito por las palabras de Jungkook. El peso de la traición se cernía sobre ellos, y el silencio de la noche se llenó de tensión.
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AMBROSÍA くだもの KOOKMIN
FanfictionEn un mundo similar a la Tierra, la humanidad descubre un planeta con una fruta mágica, la ambrosía, que otorga la juventud eterna. Mientras la codicia se desata, el científico Park Jimin es enviado para investigar. En sus exploraciones, conoce a Ju...