Resfriado | Joey x Sammy

20 4 9
                                    

Eran las 7 de la noche. Sammy estaba recostado en su cama desde la mañana que despertó, aún llevaba su pantalón y camisa de vestir. Se había alistado en la mañana para ir a trabajar como normalmente lo haría, pero se sentía tan mal que no pudo salir de la habitación sin tropezar.

No tenía noción del tiempo, pero estaba consciente de que llevaba horas en la cama. Estaba cansado de estar recostado pero a su vez no tenía la fuerza para hacer ninguna otra cosa. Su cuerpo estaba tan caliente e incluso sudaba, claramente su temperatura aumentaba gracias a la calurosa ropa que llevaba puesta, además de 2 cobijas que lo abrigaban. Debería descobijarse pero cada vez que lo hacía un terrible escalofrío recorría su cuerpo como si estuviese en la Antártida.

─── ¿Qué hora es...? ─── Habló en voz baja el hombre, pues tampoco contaba con la energía para hablarse con claridad. ─── Muero de hambre pero... me siento tan mal que solo quiero morir... ─── No aguantaba mantener los ojos abiertos por mucho rato, le ardían también.

Quisiera poder tener a su madre en estos momentos, ella siempre cuidaba de él, sobretodo en estos momentos. De niño solía resfriarse seguido durante las épocas de invierno y a pesar de que era una mujer ocupada que debía atender de su abusivo y alcohólico padre al igual que sus hermanas... siempre preferiría estar a lado de Sammy.

─── Mami... ─── Un gemido de dolor salio de su boca, pequeñas lágrimas comenzaron a salir de sus ojos debido a la irritación, pero también a la profunda tristeza que llenó su corazón. ─── Mamiiii... ─── Susurró nuevamente mientras abrazaba con fuerza una de sus almohadas imaginando que quien le brindaba ese calor era su difunta madre.

─── Mamiiii... te necesito mamá, te extraño... ─── No resistió más y se abrigo por completo sin querer saber del mundo exterior, tan solo quería desaparecer y reunirse con su madre.

Sus sollozos llenaban la habitación y su cuerpo hecho bonita permanecía en la cama. Ojalá pudiera tener a alguien a su lado que realmente lo amara de verdad... odiaba sentirse solo. Quizás debía ser por un momento tan melancólico como este... era comprensible. Estaba enfermo, vivía solo, llevaba una vida bastante triste. Es natural que se sintiera así, necesitaba a alguien que lo rescatará de su miseria.

(...)

Sus párpados poco a poco comenzaron a abrirse despertando de aquella siesta. Aún estaban hinchados, quizás ahora aún más porque había llorado hasta quedarse dormido. Estaba bañado en sudor, eso tan solo empeoraba su situación, pero ni siquiera lograba despertar por completo... podía escuchar los pasos de alguien subiendo las escaleras... también una voz, pero no lograba reconocerla ya que estaba aturdido incluso.

¿Acaso alguien había entrado a su casa para robarle?, ¿Le harían daño? "Carajo... quien sabe" pensaba el rubio. Tampoco era como que pudiera hacer mucho al respecto en la condición que se encontraba, además, ya bo le importaba. ─── Sí me harás algo... que sea rápido porque estoy muy cansado. ─── Sammy nuevamente cerró los ojos dispuesto a dormir.

Aquella persona tan solo empujó la puerta entrando a la habitación. Claramente no se trataba de algún desconocido, pues solo se limitó a soltar una pequeña risa contemplando al pobre hombre.

─── Venía a preguntarte porque no fuiste a trabajar... pero ahora creo saber porque. ─── Joey sonrió como de costumbre y se acercó a la cama de Sammy, quien rápidamente reconoció su voz y lo miró con ligera sorpresa

HELL'S STUDIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora