GENT

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En GENT se trabajaba a todos horas casi todos los días. Igual que cualquier departamento, pero últimamente este mencionado parecía estar bajo mucha presión y demanda por Joey Drew.

Por suerte ya habían terminado su turno, así que era hora de alistarse para volver a casa después de un largo y muy pesado día de trabajo.

─── No se si es la jodida edad o el trabajo pero la espalda me esta matando... ───
Murray se quejaba del gran dolor que sentía en su espalda baja, ni siquiera podía caminar cómodamente ni mantener el paso de sus compañeros.

─── Ambas. ─── Thomas respondió, estaba más serio que lo usual, pero la verdad solo estaba muy cansado y no tenía interés por seguir hablando con sus amigos.

─── Creo que fue porque tuviste que cargar a Thomas para que alcanzará el enchufe. ─── Dijó Morgan, quien era otro mecánico de GENT.

Murray y Morgan siguieron charlando el resto del camino hasta llegar al ascensor, querían volver lo más pronto posible a si departamento para tomar una ducha caliente.
Thomas se detuvo detrás de ellos y preguntó que era lo que hacían.
─── ¿Van a tomar el ascensor? ─── Preguntó.

─── ¿Tu no? ─── Morgan lo miró confundido, aunque el no sabía que Thomas desconfiaba de dicho ascensor.
─── Oh, a él no le gusta tomarlo porque dice que se puede caer en cualquier momento ya que no nos dejan darle mantenimiento. ─── Murray le contó.

─── No voy a dejar que tomen el maldito ascensor, no quiero ser el primero en avisarle a sus parientes que cayeron al vacío. ─── Thomas se cruzaba de brazos esperando que no se adentraran a él cuando las puertas se abrieron.

─── ¿Qué? ─── Morgan miró a ambos con un rostro de decepción y cansancio. Parecía que ahora ambos querían tomar las escaleras.
─── Ay no, ni de chiste tomaremos las escaleras. Yo ya no puedo ni caminar y son como doce pisos arriba, no me estén jodiendo... ───

Pero a Thomas le daba lo mismo ya si quería ir o no, abrió la puerta de la habitación y comenzó a subir las escaleras. Murray no tuvo otra opción en realidad y fue detrás suyo arrastrando a Morgan consigo.

Este ya se había quedado un par de escalones más, su condición física no era la mejor y eso que era por lo menos una década más joven que sus jefes.
Jadeaba algo cansado y estaba sudando, a penas llevaban los ocho pisos y parecía que Thomas no se cansaba en lo absoluto.
─── ¿Haces pierna de tanto subir escaleras, Connor? ─── Preguntó irónicamente.

─── Sí de hecho, por eso tiene esa complexión. ─── Murray respondió ante su pregunta riendo un poco, pero también estaba bastante cansado que ni la risa le salía de los labios.

Morgan se detuvo un poco pata tomar un poco de aire, pero comenzaba a escuchar ruidos extraños provenir de las paredes y el techo de aquel piso. Miraba hacia sus lados tratando de adivinar de qué era, pero solo escuchaba el palpitar de las tuberías y el suave crujir de la madera añeja.

─── Esperen... ─── Morgan habló y ambos mecánicos se detuvieron a verlo sin comprender a qué venía.
─── ¿Escuchan eso también? ─── Preguntó acercando su oído a la pared, aquel sonido se intensificó.

─── ¿Escuchar qué? ─── El mayor frunció molesto, ya no quería entretenerse más y perder su valioso tiempo.

Pero Thomasny Murray también escuchaban lo mismo esta vez, sospechaban que se trataban de las tuberías dentro de las paredes, quizá estaban fluyendo demasiada tinta en poco tiempo, lo cual no era algo no muy bueno ni tan malo...

─── Creo q- -

De pronto las tuberías estallaron de las cuatro paredes y techo, inundando rápidamente en donde estaban parados. Esto los había tomado por sorpresa que no tuvieron suficiente tiempo como para reaccionar, tan solo se miraron uno al otro, cubiertos de tinta y polvo.

El crujir de la madera alarmó aún más provocando que el piso colapsara, la madera se rompió y los escalones en donde estaban parados ya no existían.

El gritó de aquellos tres hombres se hizo presente mientras iban cayendo los pisos que ya habían subido con tanto trabajo.
La caída fue bastante dura pero extrañamente se amortiguaron el uno al otro. El piso incluso parecía lo suficientemente estable como para no haber colapsado y la tinta se había drenado.

Los tres habían quedado paraplejicos en ese pequeño instante. Trataban de analizar la situación pero llegaron a la conclusión de que seguían con vida, desgraciadamente.
Después de darse cuenta de ellos el dolor los había golpeado repentinamente.

─── Creo que me cayó un baúl encima... ─── Morgan tosía y escupía la tinta que había tragado, quería incluso vomitar por su asqueroso y tóxico sabor.

─── Soy yo... ─── Thomas se encontraba tirado encima de Morgan, no podía moverse aunque quisiera, ni siquiera podía ver porque su rostro y cuerpo habían quedado bañados en tinta al igual que sus compañeros.

─── No siento mis piernas, dios mío. ─── Murray había logrado levantarse un poco pero se percató que sus piernas estaban hacia la dirección contraria, las tocaba asustado y no sabía si esto sería permanente.
─── ¡NO SIENTO NADA, MIERDA! ─── Gritaba alarmado mientras las pellizcaba con fuerza.

─── ¡Esas son mis piernas, estúpido! ─── Thomas le metió una patada, aquel pellizco si le dolió, pero era un alivio saber que no iba a quedar lisiado.

─── Ay perdón, aquí están las mías... ─── Murray suspiró con tranquilidad y volvió a recostarse.

Nadie se movió en esos minutos, aún estaban en shock por lo que había sucedido.
Afortunadamente podían mover sus extremidades y nadie salió gravemente herido, pero la verdad era que el cuerpo les dolía cinco veces más de lo que ya.

─── Hubiera preferido usar el elevador... ya estaría muerto, pero mínimo no estaría sintiendo este dolor. ─── Morgan se quejaba algo molesto, el y Murray miraban feo a su superior como si el hubiese tenido la culpa.

─── ¿Qué? No tomaré el elevador. ───
Volteó a ver a ambos
─── Si nos levantamos ahorita todavía podemos usar las escaleras del otro departamento... solo son unos... ¿veinte pisos? ───

Murray y Morgan se miraron mutuamente y se quejaron al oír aquello. Si pudieran agarrarlo a golpes lo harían pero estaba muy difícil tan siquiera pararse.

Rápidamente las puertas se abrieron y entró corriendo el departamento de animación. Aquel estallido y golpes que habían escuchado alarmó a todos que fueron corriendo a ver que había sucedido.

Por lo menos no se quedaron solos, los animadores fueron bastante amables para cargar a cada uno entre dos y llevarlos hasta la enfermería.

Al final alguno de ellos si resultó fracturado y los demás solo tenían hematomas y dolores debido a los golpes. Joey no tuvo otra opción más que darles una incapacidad temporal...

Excepto a Thomas, el estaba bien y tenía la más mínima intención de darle días de descanso.









































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